El escritor español Emilio Gavilanes ha publicado muy recientemente, poco antes de esta crisis que nos tiene necesariamente recluidos en nuestros hogares, un libro titulado Bazar sobre el que escribí, en otro lugar, ‘El orden en el que se posan las palabras: ‘Bazar’, de Emilio Gavilanes’. Y del que he declamado textos para la revista Moon Magazine (como puedes ver en este enlace).
En ese bazar que es esta peculiar, magnífica, obra de Gavilanes podemos leer brillantes reflexiones sobre los seres humanos, el arte, la Historia, la ciencia, la literatura (que es también un arte), la muerte… Reflexiones como estas que he seleccionado cuidadosamente.
La evolución
«Toda la humanidad es una sola criatura que ha ido perdiendo fragmentos e incorporando otros».
«La parte automática, inconsciente, involuntaria, que nos compone (la que respira, la que duerme, la que procrea, la que avisa de la sed y el hambre, la que sueña) trabaja oponiéndose constantemente, sin descanso, a la muerte».
«La fuerza que gobierna el inconsciente es la misma que dirige la evolución, los cambios de unos organismos a otros, que ocurren también como en un sueño».
«El subconsciente y la fuerza que guía los cambios evolutivos están conectados, si no son lo mismo».
El arte
«La ética y la estética se fundamentan en un mismo sistema de gustos y aversiones. El mismo instinto de simetría y de equilibrio».
«La experiencia estética supone el paso por una emoción de la que uno sale siendo otro, sin duda mejor (o, al menos, eso siente).
«Los buenos pintores reflejan el mundo en sus cuadros. Pero los mejores hacen que sus cuadros se reflejen en el mundo». Como, cuenta, Gavilanes, le ocurre a Holanda con las pinturas de Van Gogh.
«La literatura explica cómo deben ocurrir las cosas, pues nada ocurre como debe. Y en el fondo explica cómo han ocurrido realmente. […] La literatura es la línea que separa el sinsentido del sentido».
«El escritor que no tiene qué contar, o qué decir, tiene estilo».
«El principal objetivo del escritor es que se le lea con amor. Sólo lo consiguen los que ya lo han conseguido antes de sentarse a escribir».
«La poesía es el vestido de encaje de la nada».
Dice el poeta estadounidense Wallace Stevens (el de ‘la poesía es un faisán desapareciendo en la maleza’, el de ‘la ignorancia es una de las fuentes de la poesía’) que ‘el mal nos lo tragamos, el bien se nos atraganta’.» Eso explica la estética moderna, no la ética, donde eso no se cumple», argumenta de resultas Gavilanes.
«En una novela me interesa más la sintaxis de los hechos que la de las palabras».
«Creo que hay que aclarar desde el principio que lo mal dicho es exclusivamente lo que no se entiende, no lo que no se ajusta a la gramática, como quiere la mayoría de los lingüistas».
La ciencia
«El pasado es impredecible».
Gavilanes configura una involuntaria explicación de lo que hacemos los historiadores cuando escribe:
«Haber sido testigo de los acontecimientos de tu época, haber participado en ellos, no te autoriza a decir que los has vivido. Vivir es conocer cómo se combina cada episodio con el resto. Conocer su sintaxis».
«Conocer exige esfuerzo y valor. Vivir conscientemente es cosa de valientes».
«La inteligencia es principalmente memoria, una herramienta que permite traer a nuestra experiencia presente, formas pasadas con las que comparar y poder persistir en el ser, que es lo que quiere la conciencia. La memoria es una cualidad de la materia, de la mera materia, no solo de los seres vivos. La materia, las moléculas, recuerdan formas que han estado en contacto con ellas. La conciencia es un destino inevitable de la materia».
«La ciencia no ha sido creada por el pensamiento, por la razón. La ciencia es la razón, un mapa del funcionamiento de la razón. La ciencia no está ahí fuera y nosotros hemos accedido a ella. Ciencia y razón son lo mismo. Es nuestra herramienta para tratar de entender el mundo. Es nuestro pensamiento mostrando su funcionamiento, mostrando la maquinaria. La ciencia no es lo que elaboramos. Es lo que elabora. No es un producto del pensamiento. Es el pensamiento funcionando. […] Nosotros no podemos caminar por fuera de la razón».
[…] reseña de José Luis Ibáñez en Periodistas en español […]