La OMS pide a los gobierno subvencionar la producción de alimentos y no los cultivos de tabaco

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha llamado a los gobiernos para que dejen de subvencionar los cultivos de tabaco, para sustituirlos por alimentos y así hacer frente a la inseguridad alimentaria, en una declaración con motivo del celebrarse el 31 de mayo el Día Mundial Sin Tabaco, informa la IPS.

tabaco-en-malawi-africa-©-marcel-crozet-oit-900x532 La OMS pide a los gobierno subvencionar la producción de alimentos y no los cultivos de tabaco
Tabaco procesado en un almacén de Malawi. En África, con la población de varios de sus países sufriendo inseguridad alimentaria aguda, se ha extendido el cultivo del tabaco, y la OMS pide que cesen los subsidios al rubro y se incentive la mudanza de las fincas hacia la siembra de alimentos. © Marcel Crozet / OIT

El tabaco «es responsable de ocho millones de muertes al año y, sin embargo, los gobiernos de todo el mundo gastan millones en apoyar su cultivo», sostiene el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, quien añade que «al elegir cultivar alimentos en lugar de tabaco, damos prioridad a la salud, preservamos los ecosistemas y reforzamos la seguridad alimentaria para todos».

Un nuevo informe de la OMS, «Cultivar alimentos, no tabaco», recuerda que mientras trescientos millones de personas en el mundo se enfrentan a una grave inseguridad alimentaria, más de tres millones de hectáreas de tierra en 120 países se utilizan para «cultivar el mortífero tabaco, incluso en países donde la gente se muere de hambre».

Se ponen de relieve los males de su cultivo y los beneficios de cambiar a plantaciones alimentarias más sostenibles, tanto para las comunidades, las economías y el medio ambiente, como para los agricultores.

El informe denuncia a la industria tabacalera por «atrapar a los agricultores en un círculo vicioso de endeudamiento, propagar el cultivo de tabaco exagerando sus beneficios económicos, y ejercer presión a través de grupos de fachada agrícolas».

Además, el documento señala que el cultivo de tabaco provoca enfermedades a los propios agricultores, y que se calcula que más de un millón de niños trabajan en las explotaciones tabaqueras, por lo que pierden la oportunidad de recibir educación.

Ruediger Krech, director de Promisión de la Salud en la OMS, observó que «el tabaco no es solo una amenaza masiva para la seguridad alimentaria, sino para la salud en general, incluida la de sus cultivadores».

«Los agricultores están expuestos a pesticidas químicos, humo de tabaco y tanta nicotina como la que contienen cincuenta cigarrillos, lo que provoca enfermedades como afecciones pulmonares crónicas e intoxicación por nicotina», agregó Krech.

La OMS recordó que 182 Partes del Convenio Marco para el Control del Tabaco –la mayoría de los Estados del mundo- se han comprometido a «promover alternativas económicamente viables para los trabajadores y cultivadores de este producto».

Una forma crucial en que los países pueden cumplir esta obligación es poniendo fin a las subvenciones a su cultivo y apoyando unos más sanos.

El informe señala que la ocupación de tierras con tabaco «hasta ahora se ha centrado en Asia y América Latina, pero los últimos datos muestran que las tabacaleras se están expandiendo a África. Desde 2005, se ha producido un aumento de casi veinte por ciento de las tierras con ese cultivo en todo el continente».

Por ello en Kenia y Zambia, la iniciativa «Granjas libres de tabaco», de la OMS, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA), ayuda a más de cinco mil agricultores a cultivar alimentos en lugar de tabaco.

De Kenia fue reconocida este año, con motivo del Día Mundial Sin Tabaco, la agricultora Sprina Robi Chacha, no solo por haber cambiado el cultivo de tabaco por el de judías ricas en proteínas, sino también por haber formado a cientos de otros agricultores sobre cómo hacerlo para crear una comunidad más sana.

En América Latina la OMS ha galardonado este año a profesionales de la salud, investigadores, funcionarios, organismos públicos y organizaciones de la sociedad civil de Brasil, Colombia, México, Panamá y Uruguay, por sus aportes al control del tabaco.

Reina Roa, de Panamá, recibió el Premio de Reconocimiento Especial por sus veinte años de trabajo dedicados a erradicar el tabaquismo. Desempeñó un papel clave en la ratificación del Convenio Marco para el Control del Tabaco por parte de Panamá.

ACT Promoção da Saúde y el Centro de Estudios sobre Tabaco y Salud de la Fundación Oswaldo Cruz de Brasil recibieron un premio conjunto por haber contribuido significativamente a los logros del control del tabaco en Brasil y a la comprensión del impacto socioambiental de su cultivo y producción.

Blanca Llorente Carreño y Luz Reynales Shigematsu, de Colombia y México, respectivamente, recibieron un premio conjunto en reconocimiento a sus contribuciones de largo plazo a la investigación y la defensa del control del tabaco en sus países y en toda la región.

Las organizaciones mexicanas Salud Justa Mx, Polithink, Coalición México Salud-Hable, Códice SC y Refleacciona con Responsabilidad AC recibieron un premio conjunto por esfuerzos y perseverancia durante más de una década abogando por medidas efectivas de control de tabaco en su país.

El Centro de Investigación para la Epidemia del Tabaquismo de Uruguay y la Sociedad Uruguaya de Tabacología fueron reconocidos con un premio conjunto por proteger la aplicación del empaquetado neutro de los productos del tabaco en su país en 2022.

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