En su presentación a los medios este viernes 10 de enero, hemos podido seguir en las cuatro obras de El Greco de la colección Thyssen, que componen la exposición De Italia a Toledo, su evolución a lo largo de dos décadas. O mejor, su evolución en dos cuadros: Una Anunciación pintada en Roma hacia 1575 y una Anunciación pintada en Toledo hacia 1600.
La primera claramente una pintura renacentista, de espacio diáfano y pavimento en damero, una arquitectura creadora de profundidad. En la segunda destacan la compresión del espacio, más que alargamiento de las figuras, movimiento ascensional de las mismas , cromática compleja, en la que los colores se mezclan para crear ese aspecto intemporal, casi no terrenal de lo que ahí está sucediendo. Incluso María, único ser material en el cuadro, parece levitar un poco. El resto, seres inmateriales, claramente levitan, flotan, ascienden, en ese espacio irreal. Ha desaparecido el academicismo renacentista, en su lugar ha aparecido un Greco que nada tiene que ver con lo que se pinta en los albores del siglo XVII. Se ha transformado en el primer expresionista de la historia del arte, en el inspirador de obras a partir del impresionismo de finales del siglo XIX hasta el expresionismo del primer cuarto del siglo XX.
Esta Anunciación de hacia 1600 es una versión reducida de la Anunciación del Prado, una de las seis impresionantes pinturas pertenecientes al retablo de Doña María de Aragón. Pero en esta versión a tamaño reducido se acentúa esa luminosidad extraña, casi espectral, difícil de situar en el tiempo o en el espacio. Por eso es tan fascinante.
Las otras dos obras expuestas en el balcón – mirador hasta el 2 de marzo son Cristo abrazando la cruz, (1587-96) y una Inmaculada Concepción, datada entre 1608/1614, una Inmaculada flotante, alejándose hacia lo alto sostenida por ángeles, entre una extraña y lejana tierra y el paraíso. Siempre fiel a una iconografía cristiana producida en un estilo que por enconces no existía, de la que ha desaparecido el dibujo subyacente, las figuras se alargan, la pincelada desdibujada, suelta e indedinida. No es de extrañar que fuera un incomprendido, es que en su tiempo tenía que resultar incomprensible. Su éxito artístico y económico procede de su fascinación. No hace falta comprender lo que fascina. De esa incomprensión deriva esa curiosa explicación del alargamiento de las figuras como ‘un defecto visual’. Incapacidad para comprender, en un maestro impregnado de espiritualidad, el vínculo, entre el espacio efímero en la tierra y la eternidad en el más allá. Hoy resulta evidente que los numerosos seres inmateriales pintados por El Greco, floten en el espacio, ¡carecen de materia!
Inmaculada, detalle de angel.Las obras se exponen acompañadas de sus correspondientes reflectografías infrarrojas que revelan las imágenes subyacentes del dibujo oculto bajo la capa pictórica y de las radiografías que muestran la técnica y los cambios realizados durante la ejecución de la obra.
“Esta exposición es un aperitivo del gran festín que va a ser 2014, el año de El Greco”, -nos dice Guillermo Solana, director artístico del museo . Nos comenta que estas obras ahora expuestas de forma conjunta hasta el 2 de marzo en el balcón – mirador de la primera planta, viajarán más tarde a Toledo.
Del 21 al 23 de mayo, se celebrará en el Thyssen un Simposio Internacional sobre El Greco, como parte de los actos de celebración del 400 aniversario de la muerte del gran cretense, organizado por el Área de Educación del Museo en colaboración con la Fundación El Greco 2014, que culminará el 24 de mayo con los actos de clausura en Toledo. El encuentro estará dirigido por Fernando Marías, catedrático de Historia del Arte de la Universidad Autónoma de Madrid y uno de los mayores expertos actuales de la figura de El Greco. También participarán expertos como Richard L. Kagan, Miguel Falomir, María Constatoudaki-Kritomilides, Felipe Pereda, Elena de Laurentiis, Guillermo Solana, etc.
Ficha de la Exposición.
- Título: El Greco. De Italia a Toledo. Estudio técnico de las obras de la Colección Thyssen – Bornemisza.
- Fechas: del 10 de enero al 2 de marzo de 2014.
- Organiza: Área de Restauración. Museo Thyssen Bornemisza.
- Lugar: Balcón-mirador, primera planta.
- Acceso gratuito.