Myrna Kay Cunningham Kain, de Nicaragua, ha sido galardonada con el primer Premio Iberoamericano de Derechos Humanos y Cultura de Paz, promovido por la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (Cdhdf) de México, con el apoyo de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Aecid).
Esta mujer está considerada como una de las las figuras más destacadas del movimiento indígena mundial de finales del siglo XX y comienzos del actual, por sus elevados méritos como universitaria, investigadora, salubrista, parlamentaria y luchadora social por los derechos de los pueblos indígenas y, en especial, de las mujeres indias de Nicaragua, América y el mundo.
Los diversos escenarios en los que ha estado presente han sido testigos de su persistente preocupación por los sectores indígenas y populares, tanto a nivel de su nativa comunidad de Waspan, en las márgenes del nicaragüense Río Wangki, como en los más prestigiados foros internacionales de la Organización de las Naciones Unidas, en las cumbres indígenas mundiales, o en las casas de estudios superiores de todos los continentes.
Es habitual ver su nombre en los programas académicos y políticos al lado de personalidades como Noam Chomsky o los Premio Nobel Rigoberta Menchú y John Charles Polanyi.
Primera indígena cirujana
Myrna se convirtió en la primera mujer miskita en obtener el título de médica cirujana otorgado por la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua en 1973. Posteriormente, culminó sus estudios de posgrado en Entrenamiento de Cirugía de Emergencia por el Hospital Saint Luke´s – Fargo, North Dakota, Estados Unidos. En 1996 finalizó una Maestría en Salud Pública en el Centro de Investigaciones y Estudios de la Salud (CIES – UNAN), en Managua, Nicaragua.
Ha sido diputada por las Regiones Autónomas del Atlántico Norte (RAAN) en 1990, coordinó la Campaña Continental de Resistencia Indígena, Negra y Popular en 1992; fue Secretaria General del Instituto Indigenista Interamericano, con sede en México de 1999 al 2000.
En la actualidad, ostenta el cargo de Presidenta del Centro para la Autonomía y Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CADPI), impulsando proyectos en las áreas de la comunicación intercultural, revitalización cultural, derechos de las mujeres indígenas y cambio climático, y participa en el Observatorio de la Autonomía Regional Multiétnica. También es miembro de la Junta Directiva del Fondo Global de Mujeres y asesora de la Alianza de Mujeres Indígenas de México y Centroamérica.
En 2010 fue investida doctora Honoris Causa por la Universidad Autónoma de México (UNAM), un reconocimiento concedido por primera vez a una mujer indígena, y al año siguiente se le nombró presidenta del Foro Permanente para las Cuestiones Indígenas de la Naciones Unidad.