Los países del mundo han adoptado el compromiso de lograr un mundo sostenible y libre de pobreza extrema para el año 2030. El actual mandatario de México, Enrique Peña Nieto, ha estampado su firma para impulsar la inclusión social y económica del país. Asegura que “nadie será dejado atrás” en los progresos del desarrollo.
El presidente mexicano durante su intervención en la ONUDespués de negociaciones internacionales, entre el 25 y el 27 de este mes de septiembre, representantes de los 193 Estados miembros de las Naciones Unidas se reunieron en Nueva York para adoptar la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible (ODS), que consiste en 17 objetivos y 169 metas.
Esta Agenda representa una visión global común sobre las prioridades sociales, económicas y ambientales del mundo actual, y tiene como fin fortalecer la cooperación y la ambición de la humanidad para lograr un mundo seguro, justo y sostenible para todos los seres humanos, bajo el principio de que “nadie se quede atrás”.
El antecedente de esta agenda son los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), asumidos en el año 2000. Desde entonces, el mundo ha registrado progresos significativos en la reducción de la pobreza extrema, el aumento del número de niñas y niños que van a la escuela, la reducción de las muertes infantiles, el acceso a servicios de agua y saneamiento, entre otros. No obstante, esos logros no fueron suficientes, pues no combatieron la desigualdad: mientras que tan sólo el 1 % de la población del planeta posee el 40 % de la riqueza, unos 836 millones de personas viven en pobreza extrema y sufren hambre; tan solo en México, son más de 11 millones quienes se encuentran en esas condiciones.
Ante este contexto, los ODS representan la oportunidad para avanzar hacia un desarrollo en sus tres dimensiones (económica, social y ambiental), eliminando la pobreza extrema, terminando con la inequidad, y abordando el cambio climático. Por ello, es necesario que el gobierno mexicano implemente planes y políticas nacionales y locales encaminadas a cumplir con los ODS, y que los ciudadanos pidan cuentas sobre los avances y logros en los próximos 15 años.
Propuestas de Save the Children
Para Save the Children esta agenda es clave, pues permitirá avanzar hacia un mundo en el que todas las niñas y niños tengan acceso a las mismas oportunidades de desarrollo y a una vida digna, garantizando, en primer término, que ninguno muera por causas prevenibles, viva en condiciones de pobreza, quede fuera de una educación de calidad, o sufra algún tipo de violencia.
En 2013, en México había 21,4 millones de niños pobres.Por ello, creen que se debe poner en marcha una estrategia de apropiación de los ODS, para garantizar que la sociedad mexicana, incluyendo a quienes se encuentran en situación de marginación, conozca y se involucre en su planeación y consecución. En Colombia, por ejemplo, los ODS ya son parte de su plan nacional para los próximos cuatro años.
Por ello, se deben iniciar planes y acciones para que las Secretarias de Estado, los gobiernos estatales y municipales, y los congresos nacional y locales, se involucren y asuman compromisos y responsabilidades con la implementación, monitoreo y consecución de los ODS. También habría que trabajar en la construcción de mecanismos de rendición de cuentas que sean accesibles y amigables para todas las poblaciones, incluyendo, prioritariamente, a quienes se encuentran en mayores condiciones de marginación.
Save the Children opina que los esfuerzos tiene que ser inmediatos y dirigidos a que las leyes, presupuestos y políticas públicas “estén alineadas a una estrategia de desarrollo sostenible a largo plazo”.
El cascabel al gato
Diversos países han adoptado el compromiso de lograr un mundo sostenible y libre de pobreza extrema para el año 2030. Alcanzar este cometido implicará pasar de los compromisos a acciones y resultados concretos. En México había 21,4 millones de niños pobres en 2013, y en 2014, el 53,8 % de la población vivía en pobreza. ¿Los más pobres? Los indígenas, por supuesto: el 78,5 % casi no tiene para comer diariamente.
Según los últimos datos oficiales de Coneval (Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social), entre 2012 y 2014 el porcentaje de población pobre subió del 45,5 al 46,2 %: había 53,3 millones de pobres y ahora hay 55,3. Eso sí, dicen que el porcentaje de pobreza extrema bajó del 9,8 a 9,5 %. Sin embargo, en agosto pasado, María Eugenia Casar, secretaria general adjunta del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) realizó una visita al país, en el que afirmó que “México debería concentrarse en cerrar las brechas de desigualdad y en mejorar la salud materna…” y que “datos recientes apuntan a un aumento de la pobreza. Dos millones más de personas ingresaron a la franja de pobreza extrema”.
A Peña Nieto le quedan tres años de mandato que, visto el clima de protesta y descontento del país, quizás ni los cumpla. Firmar por los Objetivos de Desarrollo Sostenible, lo ha hecho. Cuando él no esté, ¿quién va a recoger el testigo para que se cumplan? ¿Habrá voluntad política para ponerle el cascabel al gato? Y los ciudadanos, ¿exigirán un país sin desigualdad extrema?