Pescadores artesanales, organizaciones medioambientales y en pro del desarrollo, así como otras partes interesadas han hecho público un «interés común por restablecer las poblaciones de peces de aguas profundas de Europa y garantizar la conservación a largo plazo de los ecosistemas de aguas profundas».
A tal efecto, apoyan la prevención de efectos adversos sobre los ecosistemas de aguas profundas, que puede conseguirse en gran parte eliminando de forma progresiva las prácticas pesqueras destructivas y exigiendo la realización de evaluaciones de impacto para todas las pesquerías de aguas profundas.
Argumentan que la Unión Europea (UE) tiene una de las flotas pesqueras de aguas profundas más grandes del mundo, y existen abundantes pruebas de que la pesca de arrastre de aguas profundas ha dañado de forma significativa los ecosistemas de aguas profundas, incluyendo arrecifes de coral, jardines de esponjas y montes marinos, y han provocado graves descensos en las poblaciones de peces de aguas profundas.
En consecuencia instan a los responsables de la toma de decisiones de la UE a que adopten un papel firme y constructivo a favor de la protección de los ecosistemas de aguas profundas dentro y fuera de las aguas de la UE.
Piden un mandato claro por parte de los responsables de la elaboración de políticas de la UE para la gestión sostenible de los recursos de aguas profundas porque «hasta la fecha, la legislación promulgada por los Estados miembros de la UE ha resultado insuficiente para proteger los ecosistemas marinos vulnerables del entorno de aguas profundas ante los efectos adversos de las artes de pesca destructivas, principalmente las artes de arrastre de aguas profundas. A pesar de la introducción de nueva normativa para poner freno a la sobrepesca, las poblaciones de peces de aguas profundas están en un grave estado de agotamiento en el Atlántico Nordeste y la captura de la mayoría de especies sigue sin estar regulada».
Los colectivos firmantes valoran la propuesta hecha por la Comisión Europea el 19 de julio de 2012 para reformar el régimen de acceso a aguas profundas, y más concretamente por la disposición que exige una eliminación progresiva del arrastre de fondo y enmalle de fondo para especies de aguas profundas dentro de un plazo de dos años. Explican que la propuesta integra adecuadamente los compromisos de proteger el entorno de aguas profundas contraídos por la UE durante la última década en la Asamblea General de Naciones Unidas y en la Cumbre de la Tierra Río +20, celebrada en junio de 20123. Instan en consecuencia al Consejo de la UE y a los Diputados del Parlamento europeo a que respeten dichos compromisos prestando apoyo a la propuesta de la Comisión y garantizando la revisión de las pesquerías de aguas profundas de la UE.
También apoyan la actual propuesta que permite que sigan pescando de forma sostenible y rentable en el entorno de aguas profundas los pescadores artesanales que utilizan métodos y artes de pesca selectivos para capturar especies objetivo a unos niveles que no exceden lo recomendado en los dictámenes científicos. Los pescadores artesanales contribuyen de forma importante al mantenimiento del tejido social, económico y cultural de las comunidades costeras de la UE en algunas de las regiones más periféricas y dependientes de la pesca de aguas profundas de la UE.
En conclusión piden a los responsables de la toma de decisiones de la UE que adopten un nuevo reglamento para la gestión de la pesca de aguas profundas en el Atlántico Nordeste que:
- Acabe con las prácticas pesqueras destructivas mediante la eliminación progresiva obligatoria de la pesca de arrastre de fondo y de enmalle de fondo para las especies de aguas profundas en un periodo de dos años;
- Exija evaluaciones de impacto previas para todas las pesquerías de aguas profundas;
- Se asegure de que la pesca se permite únicamente si las capturas, incluyendo las capturas accesorias, pueden limitarse a niveles sostenibles sobre la base de una comprensión científica clara de las especies sobre las que influye la actividad pesquera, y si las pesquerías de aguas profundas se gestionan de forma que se minimice o evite la captura de especies vulnerables, amenazadas o en peligro de extinción;
- Garantice que todas las pesquerías de aguas profundas se gestionan para evitar efectos adversos sobre ecosistemas vulnerables de aguas profundas como por ejemplo los de los corales de aguas profundas, las esponjas o los montes marinos.