El Instituto de Ciencias del Mar del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), ha desarrollado el Proyecto MEDUSA, una guía mediante la cual se aconseja a los bañistas cómo deben actuar y qué protocolos deben seguir para hacer frente a la presencia de medusas y a sus picaduras en las playas del litoral español.La proliferación de medusas, en aumento en los últimos cincuenta años, tiene impacto en la salud de las personas, el medio ambiente marino, la pesca y el turismo. Actualmente el número de afectados por picadura de medusa en España en los meses de verano oscila entre los 15.000 y los 20.000 afectados, según los datos de los servicios de socorrismo de las playas; (un número que podría ser superior si se contabilizasen las personas que acuden directamente a centros hospitalarios).
Esta guía ofrece tanto las pautas generales aplicables a todas las medusas, como una serie de protocolos específicos para ciertas especies, como la Pelagia noctiluca, la Rhizostoma pulmo o la Cotylorhiza tuberculata, entre otras.
Entre las recomendaciones básicas comunes a todas las especies se encuentran quitar los restos de medusa sin frotar, lavar la zona afectada con abundante agua de mar, aplicar agua con bicarbonato, no aplicar alcohol, aplicar hielo seco a intervalos y, si persiste el dolor, consultar con un médico.
“El tratamiento frente a la picadura de medusas busca atenuar los efectos del veneno, prevenir envenenamiento posterior de trozos residuales de medusas en la piel, y minimizar las complicaciones derivadas del uso de productos no probados”, explica el investigador del CSIC Josep María Gili, experto en medusas y uno de los autores de los protocolos.