La Fundación Dinastía Vivanco expone en el Museo das Peregrinacións e de Santiago, la muestra Espíritu del vino. El vino como valor religioso
La Fundación Dinastía Vivanco, impulsada por la bodega riojana Dinastía Vivanco, expone en el Museo das Peregrinacións e de Santiago (Sede Plaza de las Platerías, Santiago de Compostela), la muestra Espíritu del vino. El vino como valor religioso. La exposición puede verse hasta el próximo 20 de octubre.
Se trata de un recorrido artístico con importantes obras de diferentes disciplinas, épocas y procedencia, que muestran la relación del vino con la religiosidad, así como su implicación y simbolismo en diferentes ritos. Obras de Dalí, Rembrandt o Picasso están expuestas, junto con valiosas piezas, entre ellas vasos de bronce procedentes de Irán, datados entre el II y I milenio a.C., o recipientes funerarios del Antiguo Egipto.
La exposición está dividida en cuatro áreas temáticas: Del Tigris al Nilo, el vino de dioses y reyes; El néctar de los dioses, el vino como alimento sagrado; La viña de Yahvé, el vino de la promesa; y De Caná a Emaús, el vino de la Nueva Alianza.
Todas las obras pertenecen a la colección privada del Museo de la Cultura del Vino Dinastía Vivanco y la mayoría de ellas se exhiben por primera vez al público, gracias al esfuerzo conjunto de la Fundación Dinastía Vivanco, el Consorcio de Santiago y la Fundación Ad Sanctum Iacobum Peregrinatio.
Santiago Vivanco, director de la Fundación y del Museo de la Cultura del Vino Dinastía Vivanco (ambos iniciativa de la familia bodeguera riojana Vivanco); Ángel Curras, alcalde de Santiago de Compostela; Agustín Dosil, presidente de la Archicofradía del Apóstol Santiago; y Eduardo Díez, Responsable de Actividades Culturales y Científicas del Museo de la Cultura del Vino Dinastía Vivanco inauguraron el pasado 16 de mayo, en el Museo das Peregrinacións e de Santiago, la muestra Espíritu del vino. El vino como valor religioso.
Un recipiente funerario egipcio del Imperio Nuevo (1301-1234 a.C), que conserva el cartucho real de Ramsés II, con fórmulas mágicas para ayudarle en su tránsito al más allá.Vasos de bronce procedentes de Irán, datados entre II y I milenio a.C. El lagynos, una jarra destinada a ritos vinculados con la fertilidad típica de la cultura romano en ámbitos rurales y hallada en el norte de África (y fechada entre los siglos III-IV d.C.). La talla Virgen con el niño, una escultura en madera policromada de la Escuela Castellana (siglo XVI). Un ejemplar de la Biblia hebráica, pieza única datada en 1720. La cena de Emaús, un aguafuerte de Rembrandt, datado a finales del siglo XVIII. La litografía de Salvador Dalí, Eros y Psiqué. Dos obras de Picasso: el grabado Bacanal y la litografía Danza de faunos… son algunas obras destacadas entre las 107 piezas de esta exposición, que se podrá visitar hasta el 20 de octubre.
Un recorrido sorprendente que nos permite conocer cómo el vino ha estado vinculado a la religión desde tiempos inmemoriales, especialmente en las culturas y religiones a orillas del Mediterráneo. Desde los cultos primitivos del Neolítico, pasando por el cristianismo, el judaísmo o, incluso, el islam, este fruto de la vid ha sido protagonista o complemento en actos litúrgicos.
Cabe destacar que esta iniciativa de Bodegas Dinastía Vivanco, a través de su Fundación, se trata de un proyecto sin precedentes que se añade a su inagotable labor de divulgación de la Cultura del Vino en sus diferentes manifestaciones artísticas. A través de valiosas obras y piezas, muchas de las cuales se exponen al público por primera vez, podremos comprobar que, tal y como señaló la teóloga P. Rech, el vino es “la parábola más hermosa de la pasión vital que emana de la vida y muerte de un dios”.
Cabe destacar que esta iniciativa de Bodegas Dinastía Vivanco, a través de su Fundación, se trata de un proyecto sin precedentes que se añade a su inagotable labor de divulgación de la Cultura del Vino en sus diferentes manifestaciones artísticas. A través de valiosas obras y piezas, muchas de las cuales se exponen al público por primera vez, podremos comprobar que, tal y como señaló la teóloga P. Rech, el vino es “la parábola más hermosa de la pasión vital que emana de la vida y muerte de un dios”.
La uva muere para convertirse en vino. El ser humano, para alcanzar la trascendencia.
La vid aparece como símbolo de la eternidad y su cultivo mucho tiene que ver con el paso del hombre por la tierra y su trascendencia. El eterno retorno, la resurrección, el tiempo, la naturaleza y su contrapuesto poder regenerador y devastador… El vino, guardado en barricas bajo tierra es la sangre de la uva, de la vid y de la tierra y, por ende, de la humanidad y sus dioses. Pero no hay milagro sin sacrificio y el de la vida (o la vid) es uno de ellos. Sólo cuando algo muere o deja de ser lo que era, se convierte en una naturaleza nueva y con vida renovada. La uva deja de ser tal para convertirse en vino, al igual que el ser humano muere para lograr la trascendencia.
Espíritu del Vino. El vino como valor religioso ofrece al visitante un recorrido histórico cultural por las diferentes prácticas religiosas en las que el vino ha estado presente. Desde los antiguos semitas, pasando por Egipto, la Grecia Clásica, el cristianismo, el judaísmo y el islam. La muestra se divide en cuatro áreas temáticas: Del Tigris al Nilo, el vino de dioses y reyes; El néctar de los dioses, el vino como alimento sagrado; La viña de Yahvé, el vino de la promesa; y De Caná a Emaús, el vino de la Nueva Alianza.
Del Tigris al Nilo, el vino de dioses y reyes
Las primeras piezas que ocupan la exposición muestran el valor simbólico del vino en las antiguas creencias de Oriente Medio y en el Antiguo Egipto, donde logró una grandísima expansión debida a sus connotaciones mágicas, que acercaban al hombre a la divinidad.
El néctar de los dioses, el vino como alimento sagrado
La segunda parte nos transporta a la Grecia Antigua y Roma. Los restos encontrados atestiguan que el consumo del vino era una práctica habitual en esta zona ya desde la Edad del Bronce, pero no es hasta el siglo VI a. C. en el que aparecen referencias iconográficas a Dionisio. En esta parte de la exposición tiene especial relevancia la vida de Baco.
La viña de Yahvé, el vino de la promesa
Un resumen de los valores simbólicos y metafóricos de la vid en las diferentes ceremonias judías. Como ejemplo, en las bodas se recitan las Sheva Berajot o Siete Bendiciones (una por cada día de la creación) cantadas hacia el final de la ceremonia y tras ellas se procede a romper una copa, como símbolo de la unión de los novios con Dios y el pueblo judío.
De Caná a Emaús, el vino de la Nueva Alianza
La pintura es la disciplina predominante en el último, no por ello menos importante, espacio temático de la exposición Espíritu del Vino. El vino como valor religioso. Es el dedicado al cristianismo y a la presencia del vino en sus textos y ritos sagrados.
…
Sobre Dinastía Vivanco
Dinastía Vivanco está formada por Bodegas Dinastía Vivanco (vinos de Rioja), gestionada por Rafael Vivanco, enólogo que cursó sus estudios en Burdeos, por el Museo de la Cultura del Vino y por la Fundación Dinastía Vivanco (ambos liderados por Santiago Vivanco).
Pedro Vivanco, tercera generación de esta familia bodeguera y gran impulsor del proyecto, comienza a adquirir en los años 70 las primeras piezas museográficas, de toda índole, así como libros de diversas épocas y temática enológica. Hoy en día podemos hablar de una colección sin precedentes, que son el alma del Museo de la Cultura del Vino, referente mundial, y del Centro de Documentación del Vino Dinastía Vivanco. Entender esta colección privada supone conocer la tradición enológica de la familia Vivanco, que se remonta al año 1915. La pasión por el vino y el espíritu emprendedor siguen intactos década tras década y, ya en la tercera generación, se transforma en un deseo filántropo de dar a conocer todo lo que el vino simboliza, no sólo en el seno de esta familia bodeguera, sino en el arte y la cultura.
Bodegas Dinastía Vivanco
La familia Vivanco impulsó una nueva y moderna bodega que supone un referente en innovación enológica para la elaboración de vinos de calidad. La bodega se ha diseñado para maximizar en sus vinos el carácter natural y único de sus diferentes pagos y variedades. Bajo la dirección técnica de Rafael Vivanco, se elabora una gama de vinos modernos, atrevidos y con personalidad, que resume el carácter emprendedor e innovador de Bodegas Dinastía Vivanco.
Museo de la Cultura del Vino
El Museo de la Cultura del Vino Dinastía Vivanco es un lugar privilegiado por sus variadas colecciones, su moderna arquitectura, su ubicación en el corazón de La Rioja Alta, en España, y unas vistas que limitan con la azulada Sierra de Cantabria y la ciudad medieval de Briones. Inaugurado en el año 2004 por S.M. el Rey Don Juan Carlos, este Museo es uno de los más importantes del mundo gracias a una colección única vinculada al arte, la arqueología y la etnografía. Convertido en uno de los principales atractivos turísticos de La Rioja, este Museo ha recibido, entre otros reconocimientos, el primer premio al mejor proyecto enoturístico internacional, galardón otorgado en 2004 por The Global Network of Great Wine Capitals, en Melbourne, Australia. Así mismo, la Organización Mundial del Turismo otorgó en 2007 el Premio Especial del Jurado y ese mismo año la UNESCO lo declaró el mejor Museo de la Cultura del Vino a nivel mundial.
La Fundación Dinastía Vivanco
Íntimamente ligada a la Bodega, se ha creado, desde el más profundo amor al vino, la Fundación Dinastía Vivanco, cuya finalidad es investigar y difundir las prácticas de viticultura y enología, así como la rica herencia histórica y cultural que el vino ha generado a lo largo de los siglos. Cabe destacar que la Fundación ha creado un órgano de apoyo y asesoramiento, el Consejo General de Altos Patronos, que está integrado por destacadas personalidades de ámbitos tan diversos como la salud, la cultura, el arte, la gastronomía, la enología, la viticultura, la historia o la comunicación. Montserrat Caballé, Carmen Iglesias, Víctor García de la Concha, Valentín Fuster, Antonio López, André Tchernia y Ferrán Adriá, son los patronos de la Fundación Dinastía Vivanco.
—–
Manuel López. De la serie «La vuelta al mundo en 80 vinos»: