Dinastía Vivanco (1)

La vuelta al mundo en 80 vinos/21

Hoy hacen amistad nueva

más por Baco que por Febo

don Francisco de Quebebo

y Félix Lope de Beba

-Luis de Góngora

Señoras y señores, españoles todos, por más que desde políticamente correctas, ergo interesadas fuentes se nos insista en que “las viñas de España” son las que están plantadas de Oña a Tudela, permítasenos disentir, incluso con permiso de la riojana-riojana, o sea, no riojana-cántabra, riojana-alavesa o la riojana-navarra Elciego, que acaba de celebrar una vez más su fiesta como “‘la’ ciudad del vino”. Bien podrían aspirar a serlo Haro, sin salir de la Rioja, o, saliendo a otras zonas vitivinícolas, Aranda de Duero, Valdepeñas, Cariñena, Utiel-Requena u O Barco de Valdeorras, entre tantas y tantas otras.

La Rioja Alta, por supuesto, pero pongamos hoy Briones, pues en esa población igualmente riojana-riojana, o sea, no riojano-cántabra, -alavesa o -navarra-, es donde se encuentra ni más ni menos que el Museo Español del Vino. A ver esas concejalías municipales de Mayores disponiéndose a organizar viajes con el Inserso, pues manda el dicho de Platón: “El vino es la leche de los ancianos”. ¿No quiere la troika mandar a ahorrar en medicamentos para los jubilatas? ¡Pues organícense viajes a los abuelos a bodegas!

Pongamos hoy una señora bodega con muy señores vinos: Dinastía Vivanco. Enclavada en Briones y paralela a un gran proyecto cultural y enoturístico, en el que cabe destacar el Museo de la Cultura del Vino, la familia Vivanco ha impulsado una nueva y moderna bodega de la que la comunicación corporativa se queda corta cuando afirma que “supone un referente en innovación enológica para la elaboración de vinos de calidad”. Bien puede proclamar cumplidamente que 
lo que allí se elabora son grandes vinos de calidad.

El corcho suelto que aparece al pie de las dos botellas de la foto es la prueba de que tras catar o mejor dicho degustar, y aun mejor celebrar en La Coruña la semana pasada una botella del Dinastía Vivanco Crianza 2009, este columnista se proveyó en Eroski Riazor-Peruleiro de otras dos botellas para someter a una dura prueba viajera de regreso vacacional a Dénia atravesando España en la diagonal noroeste-sureste: una para examinar en la escala en Pozuelo (Madrid) y otra para celebrar a la llegada a Dénia.

Gloria bendita en estado puro la primera, con el vino cuidadosamente dormido y a temperatura controlada de 18º en La Coruña. Más gloria bendita la segunda botella en Pozuelo, transportada tal cual, tumbada en el asiento trasero del coche. Y como no hay dos sin tres, excelso y jubiloso triplete dos días y 1.050 kilómetros después al consumar la travesía atlántico-mediterránea de la piel de toro. ¡Salud!

El gusto y la reconocida sapiencia de cuatro generaciones de tradición vitivinícola en la tierra de vinos de referencia de España caben dentro de la botella del Crianza 2009 de Bodegas Vivanco. Las mejores uvas de Tempranillo de los viñedos de la Bodega en Briones ensamblan la arquitectura del ADN de un caldo realmente excepcional en relación calidad-precio -8,95 euros- criado en maceración larga antes de dormir 16 meses en barricas de roble francés y americano para rematar el proceso afinándose más de seis meses en botellero.

Eso dice la etiqueta y doy fe de que así es. “Elegante, expresivo y persistente”, este gran crianza se encuadra con largueza y por derecho propio que le confiere su singular estilo personal en la categoría que marca la diferencia, lo que, ¡acertaste, oh lector o lectora!, no cabe sino denominar como “los grandes vinos de España”.

Un vino que pide derechito al menos una segunda parte la próxima semana, si el tiempo lo permite con la ayuda del Señor, la colaboración del botellero casero, el tranquilo concurso del sacacorchos, y la aquiescencia y ojalá que también gozosa y disfrutada aquiescencia de los lectores.

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