Las autoridades judiciales rusas han anunciado que un tribunal de la ciudad de Ekaterinburgo, va a juzgar al periodista estadounidense Evan Gershkovich, hijo de emigrantes rusos instalados en New Jersey, reportero del Wall Street Journal y encarcelado en Rusia desde hace más de un año acusado de «recoger informaciones secretas» por cuenta de la CIA.
No se conoce la fecha de inicio del proceso; en caso de declararle culpable, a Evan Gershkovich podrían condenarle a una pena de hasta veinte años de cárcel.
Según fuentes del canal internacional Euronews, tanto el periodista, como el medio donde trabaja y el gobierno de Estados Unidos, niegan las acusaciones y denuncian que la justicia rusa no ha presentado ninguna prueba que las confirme.
En un comunicado, la oficina del fiscal general ruso confirma la acusación y precisa que está fundada en un reportaje que Evan GershkovichIl hizo, en marzo de 2023, sobre Uralvagonzavod, un complejo de la región de Sverdlovsk dedicado a la producción y reparación de equipamiento militar.
Aludiendo a un eventual intercambio de presos, el presidente ruso Vladimir Putin declaró la semana pasada a la agencia Associated Press que existe la posibilidad de llegar a algún acuerdo con Estados Unidos una vez que se conozca la sentencia, dando a entender que Evan Gershkovich podría quedar en libertad a cambio de la entrega de un ciudadano ruso que se encuentra encarcelado en Alemania.
Euronews recuerda que Evan Gershkovich –quien habla perfectamente ruso, y reside en ese país desde 2017- es el primer periodista estadounidense detenido en Rusia acusado de espionaje desde 1986 y la detención de Nicholas Daniloff , en el momento álgido de la guerra fría.
Gershkovich se encuentra internado en la prisión moscovita de Lefortovo, un famoso establecimiento de la época de los zares «utilizado durante las purgas de Stalin, cuando las ejecuciones se llevaban a cabo en el sótano».
Tras la invasión militar rusa de Ucrania, las autoridades rusas han detenido a varios ciudadanos estadounidenses y de otros países occidentales, confirmando las recientes manifestaciones efectuadas por la embajadora estadounidense en Moscú, Lynne Tracy, quien ha visitado con frecuencia a Gershkovich en la cárcel- en el sentido de que «Rusia está utilizando a ciudadanos de Estados Unidos como peones para conseguir objetivos políticos».
Acoso a periodistas
En los primeros días de este mes de junio, un tribunal de la ciudad de Kazan ha prolongado, hasta el próximo 5 agosto al menos, la prisión preventiva de la periodista rusoestadounidense Alsu Kurmasheva, detenida desde el 18 de octubre de 2023 por no registrarse como «agente extranjero» a su llegada a la capital rusa.
La periodista, de 47 años y reportera de Radio Free Europe / Radio Liberty (RFE/RL, emisora financiada por el Congreso de Estados Unidos), quien reside habitualmente en Praga (capital de la República checa) con su marido y dos hijas, había viajado a Rusia el 20 de mayo de 2023 por una «urgencia familiar» y está acusada también, según la emisora, de difundir «informaciones falsas», por lo que podrían condenarla hasta quince años de cárcel.
Responsables de RFE/RL han declarado que «es la primera vez que se incoa un procedimiento penal a un periodista por una falta relacionada con la inscripción en el registro de agentes del extranjero», en vigor en Rusia desde 2012 y destinado a sancionar a oenegés y medios independientes como «enemigos internos», limitando sus movimientos a base de burocracia y un estricto control económico.
Según el digital Tatar Inform, Alsu Kurmasheva fue condenada el 11 de octubre de 2023 a pagar una multa «por no declarar su ciudadanía estadounidense». Citando fuentes policiales anónimas, el medio afirma que la periodista estaba haciendo un reportaje sobre la movilización de maestros y personal de la enseñanza, y que la justicia rusa considera que «recogía información relativa a actividades militares que podrían perjudicar la seguridad de Rusia». El pasado 2 de junio le confiscaron sus dos pasaportes –ruso y estadounidense- para impedir que pueda marcharse.
Por otra parte, el 7 de junio de 2024, el tribunal Zamoskvoretski de Moscú dictó prisión preventiva para el francés Laurent Vinatier, de 47 años, casado, con cuatro hijos y residente en Moscú, trabajador de una ONG suiza especializada en la resolución de conflictos, acusándole de buscar informaciones sobre el ejército ruso. El presidente francés, Emmanuel Macron, ha pedido su libertad inmediata ya que «la propaganda que Moscú ha difundido sobre él no corresponde a la realidad».
En la vista contra Laurent Vinatier –en la que se excusó por la falta cometida- el único cargo que se mencionó fue no haberse registrado como «agente del extranjero», lo que podría suponerle una condena de cinco años de cárcel. El abogado de la defensa aseguró que su cliente «no conocía la obligación de registrarse». La condena de prisión preventiva en residencia vigilada tiene que cumplirla en Moscú, en el domicilio de su esposa.