“Wulf es una mujer bajita, morena y angulosa, con demasiado sentido crítico y siempre a la defensiva. Estuvo casada durante un año con un hombre al que no quería. Es comunista”.
Este párrafo de “El cuaderno dorado” en el que Doris Lessing describe a su protagonista, la escritora Anna Wulf, es en realidad un autorretrato de la propia Lessing.
“El cuaderno Dorado” no es un libro de memorias (ha escrito las suyas en dos volúmenes titulados “Dentro de mí” y “Un paseo por la sombra”), aunque en realidad toda la obra literaria de Doris Lessing es en buena medida autobiográfica.
Martha Quest, la protagonista del ciclo “Hijos de la violencia”, su obra más ambiciosa, es otro alter ego de la propia Doris Lessing. La integran cinco novelas publicadas entre 1952 y 1969 (“Martha Quest”, “Un matrimonio convencional”, “Al final de la tormenta”, “Cerco de tierra” y “La ciudad de las cuatro puertas”) en las que va narrando los avatares de un matrimonio burgués fracasado, el despertar de la conciencia política de la protagonista, el compromiso feminista, el desencanto con el comunismo y el abandono de su país natal.
Todo ello sin marginar los problemas de la sociedad de su tiempo (la guerra, el racismo, la injusticia, la ecología) para los que no intenta sugerir soluciones sino denunciar las causas y defender a las víctimas. También algunos episodios de “El sueño más dulce”, “Gatos muy distinguidos” y “Cuentos africanos” son reflejos de su personalidad heterogénea. El mismo título de las “Memorias de una superviviente”, manifiesta una vocación autobiográfica al servicio de la literatura.
Lectora infatigable y temprana de escritoras, desde Jane Austen y George Eliot a Virginia Woolf y Gertrude Stein, Doris Lessing reflexionó profundamente acerca de la creación literaria desde la óptica de la mujer (excelente su artículo “Cómo conseguí ser escritora y sobrevivir”. El País, 21-9-1980).
Fue a través de esta literatura como llegó a la lucha feminista, una de las principales características de su obra. Cuando en 1950 publicó en Londres su primera novela “Canta la hierba” a Doris Lessing la crítica la situó en el movimiento de “los jóvenes airados”, aunque en su obra posterior se desmarcó de aquella generación y se centró, desde sus primeros escritos, en la lucha feminista y en la denuncia de las injusticias, una actitud que mantuvo hasta “La grieta”, una de sus su últimas novelas, publicada en España en 2007, el año en que le dieron el Nobel de literatura “por su capacidad para transmitir la épica de la experiencia femenina”.
Entre las más de 50 obras publicadas por Doris Lessing destacan también “El último verano de Mrs. Brown”, “La costumbre de amar”, “Un hombre y dos mujeres”, “Instrucciones para un descenso al infierno” y su ambiciosa trilogía “Canopus in Argos: Archives”.
Bajo el seudónimo de Jane Somers (y más tarde con su nombre) publicó “Diario de una buena vecina” sobre el tránsito de la juventud a la vejez y la consecuente decadencia física. Murió en Londres, en noviembre de 2013 a los 94 años.
Militante feminista y de izquierdas
Nacida en Kermanchad (en la antigua Persia) el 22 de octubre de 1919 (hace ahora cien años), sus padres se trasladaron a una granja de la antigua Rodesia británica (hoy Zimbabue) huyendo del enrarecido clima político de la Europa de entreguerras.
Allí, y más tarde en Sudáfrica, se educó Doris Lessing en la cultura del colonialismo. Al casarse abandonó una incipiente vocación de escritora que se había manifestado desde que era niña. Cuando recuperó la libertad después de dos fracasos matrimoniales Lessing se desentendió de la educación victoriana que había recibido, se instaló en Londres y, desde una ideología comunista (que abandonaría tras los crímenes del estalinismo y la invasión de Hungría por los tanques de la Unión Soviética), sentó las bases del feminismo con “El cuaderno dorado”, una novela publicada en 1962 (a España no llegó hasta 1979) que alteró para siempre la visión social de la mujer en el mundo.
El cuaderno del feminismo
“El cuaderno dorado” contiene en realidad cuatro cuadernos de colores diversos: el negro para relatar su vida en África, el rojo para su militancia comunista y su desilusión posterior con el Partido, el amarillo como documento autobiográfico y sus problemas con la creación literaria y el azul donde recoge sus crisis personales y el intento de superarlas a través del sicoanálisis, entrelazados a través de los recuerdos que acuden a la memoria de la autora y que ésta somete a la imaginación literaria con la finalidad de trazar la sicología femenina de la mujer madura y las crisis del final de la juventud.
Todo ello en una sociedad dominada por hombres donde la mujer está obligada a sacrificar su propia realización personal para ocuparse de sus deberes como madre y esposa. Fue por todo esto por lo que “El cuaderno dorado” se convirtió en un hito de la literatura escrita por mujeres y es aún punto de referencia del feminismo militante. Sin embargo la novela es también un alegato antiestalinista, una crítica contra la guerra fría y la amenaza nuclear y una denuncia contra las injusticias sociales y los conflictos bélicos del siglo XX.
