Un libro títulado ‘El ajedrez de Sandomierz’ aporta nueva documentación sobre estas históricas piezas de ajedrez medieval halladas en Polonia en 1962.
La obra, realizada por el Museo de Sandomierz, está escrita en polaco e inglés, con numerosas fotos, incluyendo del archivo de excavaciones, así como recoge las investigaciones más recientes. También hace referencia a la historia del ajedrez y varias curiosidades al respecto.
Recientemente, diferentes investigadores polacos han descubierto nuevos detalles sobre el conjunto de ajedrez medieval de Sandomierz que fue encontrado casi completo (29 de 32 trebejos). Al obtener ADN de las piezas, se podían determinar qué restos de animales se usaban para fabricarlos.
La investigadora Danijela Popovic, del Centro de Nuevas Tecnologías de la Universidad de Varsovia, realizó pruebas genéticas en tres peones. Según explicó: «En materiales tan antiguos, el ADN se conserva en cantidades muy pequeñas y es difícil de analizar. Afortunadamente, logramos obtener secuencias de genoma mitocondrial casi completas, que nos permitieron averiguar de qué especies animales se hicieron las piezas que estudiamos”.
Aunque los investigadores esperaban que estuvieran hechos de marfil de elefante, resulta que tienen orígenes más mundanos: el primer peón provenía de los huesos de un caballo, el segundo de los huesos de vaca, y el tercero, que se hizo en una fecha posterior, proviene de los huesos de un ciervo.
La investigación llevada a cabo por el equipo de Popovic es importante porque gracias a ello se sabe cómo llevar a cabo una adecuada conservación de este conjunto de piezas. ″Por ahora, no podemos decir si las piezas de ajedrez fueron creadas en nuestra zona, en Rusia, o si fueron hechas por artesanos italianos”, añadió.
En un artículo publicado en 2018, la arqueóloga Agnieszka Stempin sugiere que el conjunto de ajedrez proviene de Europa Occidental, posiblemente de un taller ubicado en el norte de Italia.
Según explica: ″el ajedrez no proviene de la misma época: al final se añadieron al menos una pieza y un peón. El artesano que hizo todo el conjunto estaba al día con las modas en la fabricación de piezas, entendiendo la importancia de las individuales y haciéndolas hábilmente con golpes y dándoles su aspecto final, alisando su superficie. Parecen haber sido formados por grupos (de peones, torres, de obispos (alfiles), caballos y de reinas y reyes), que llevan a una actividad planificada y rutinaria, probablemente en un taller especializado.”
El reciente libro, con los últimos datos, fue editado en enero de este año 2024 y puede obtenerse en el Museo local, ubicado desde 1986 en el castillo de Sandomierz, que tiene una sección específica dedicada a este ajedrez, donde se pueden contemplar las piezas, no están en Varsovia como incluso se ha publicado equivocadamente.
El arqueólogo Wojciech Rajpold, del citado Museo, destacó que las piezas son un hallazgo único de este tipo en Polonia y que pocos similares se pueden encontrar siendo uno de los más llamativos en Europa.
Esto se debe a dos razones: en primer lugar, fueron descubiertas durante la investigación, lo que aumenta incomparablemente su valor científico en relación con hallazgos accidentales.
La segunda razón de su singularidad es casi la integridad del conjunto: incluye 29 piezas de color beige claro, a solo tres, de un conjunto completo de 32 trebejos. Más de cincuenta piezas de ajedrez medieval se conocen desde Polonia, pero casi todas fueron en hallazgos aislados.
Las de Sandomierz se encuentran entre las más pequeñas halladas en Polonia. El tamaño (su altura alcanza un máximo de entre 23- 25 milímetros) se explica por ser piezas de viaje, pero también porque el material de que estaban hechos no permitía hacerlas más grandes.
Una pieza (muy probablemente hecha para el conjunto) estaba hecha de un hueso de ciervo. Fueron cortadas a mano, luego lijadas y pulidas. Algunas fueron creadas después de cortar una más grande, dando forma de dos figuras combinadas. Los cortes están decorados con un adorno en forma de líneas grabadas y hechas con la ayuda de un círculo (como pequeños ojos).
Fue sobre la base de la profundidad y claridad de esta decoración que se distinguieron dos conjuntos: A (destacados adornos) y B (trenzas de adorno). Es posible que en el pasado uno de los juegos fuera adicionalmente cubierto con un tinte (quizás rojo), cuyas huellas no se han conservado hasta el día de hoy.
Ciertamente, dos de las piezas se hicieron más tarde que el resto: son una torre (no decorada como el resto de las otras del conjunto) y un caballo, claramente más estrecho que otros. Se añadieron posteriormente desde otro conjunto similar, sustituyendo a las que fueron originales.
El ajedrez estaba hecho de materiales nobles, como cristal de montaña o marfil, pero también de huesos de animales, como caballo y vaca y de restos de hormigas.
Sobre la base de estas características estilísticas su origen se centra en el suroeste de Europa, tal vez, en uno de los talleres italianos.
Historia del hallazgo
El 9 de octubre de 1962 durante el penúltimo día de excavaciones arqueológicas lideradas por el arqueólogo Jerzy Gassowski (1926-2021), en una zona conocida como Colina de Santiago o Colina de la Ciudad Vieja, fue encontrado el llamado Ajedrez de Sandomierz.
El descubrimiento se hizo debido a una investigación realizada por el Instituto de Historia de la Cultura Material de la Academia de Ciencias polaca, en lo que era el centro de la localidad hasta la segunda mitad del siglo XIII, es decir, hasta la destrucción de Sandomierz por las invasiones mongolas. Es una zona, también conocida como la Colina de la Ciudad Vieja.
La investigación en 1962 se llevó a cabo cerca de la iglesia de Santiago, que desde 1226 fue un lugar de la orden dominica, el segundo en tierras polacas, y uno de los más antiguos de Europa. Se considera que, en la ruta que conecta Kiev con Europa Occidental, está relacionada con la llegada de los hermanos dominicos a Sandomierz.
Los trebejos fueron descubiertos en una zona residencial. Anteriormente se pensaba que el hallazgo podría haber estado relacionado con la expedición de Enrique I de Sandomierz (1131-1166) a Tierra Santa, en 1153-54, cuando participó en la Segunda Cruzada.
Las piezas de ajedrez fueron datadas del siglo XII o primera mitad del siglo XIII, representan el estilo geométrico y abstracto musulmán que no podían crear representaciones de seres vivos. Pero ciertamente no provienen del mundo árabe ya que trebejos similares se encontraron en Italia y en el antiguo Rus de Kiev.
Con el tiempo, los fabricantes europeos de ajedrez volvieron a representaciones realistas de figuras en formas de piezas, aunque hubo un cambio en la gama utilizada ya que, desde entonces, reflejaban la sociedad feudal europea (con la figura religiosa del obispo), y la torre sustituyó a lo que entonces era el carro de combate.
De las actuaciones iconográficas, parece que originalmente, hasta el siglo XIII, las partidas se jugaban en tableros de cuero con casillas de color rojo y blanco.
Los hallazgos más antiguos de figuras de ajedrez en Polonia están fechados en el siglo XI-XII en Wroclaw y más tarde en Cracovia, Opole, Gniezno y Kruszwica, según testimonios escritos del siglo XIV.
Sandomierz es una de las ciudades más antiguas de Polonia, de hecho su casco antiguo es muy visitado, se encuentra en el sudeste y cuenta con cerca de 25.000 habitantes. Desde 2008 los turistas se han incrementado porque la localidad es protagonista de una serie de televisión polaca: ‘El padre Mateo’ (incluso se ha creado un museo de cera alusivo en la localidad).
Está basada en la conocida serie italiana ‘Don Matteo’, donde, por cierto, el ajedrez es protagonista en numerosas escenas donde aparece el sacerdote detective jugando. Incluso en la serie polaca en el episodio 9, temporada 25 (emitido el 14 de mayo de 2021) hay un guiño al ajedrez con el capítulo ‘El gambito de la reina’.
Por su parte, el escritor de novela negra Zygmunt Miloszewski también ha situado allí una de sus novelas, ‘La mitad de la verdad’ (Alfaguara, 2016), Premio Nagroda Wielkiego Kalibru y nominada al Paszport Polityki, siendo adaptada al cine en 2015 por el director Borys Lankosz, con guión del propio Miloszewski, bajo el título ‘La semilla de la verdad’. Otras de sus obras están traducidas al español.
