Adolescencia y violencia de género: ¿ciberacoso o amor?

La Confederación Nacional de Mujeres en Igualdad lanzó a comienzos de 2017 una campaña de educación y sensibilización contra la violencia de género entre las menores de edad dirigida a adolescentes entre 12 y 18 años. Los datos están ahí y las estadísticas no mienten, ya que siguen arrojando cifras absolutamente alarmantes de mujeres maltratadas por sus novios que mantienen actitudes machistas, seguimiento de su vida a través de las redes sociales y vulneran su intimidad constantemente. La necesidad de aprobación de sus parejas, del grupo, la búsqueda de independencia, hace que los primeros dañados sean los adolescentes y cada vez, más jóvenes.

El maltrato psicológico es el que predomina entre los novios jóvenes y las conductas llegan a considerarse «normales» por la mujer que no quiere perder contacto con su primer amor y hace lo que sea por retenerlo. Estas agresiones pueden ser psicológicas, físicas o sexuales aunque ahora podemos enmarcar una cuarta, cibersexuales.

ciberacoso-600x352 Adolescencia y violencia de género: ¿ciberacoso o amor?Entre las conductas que se ven alteradas, normalmente está el aislamiento de la familia; no quieren ver a nadie que no sea él; el cambio de hábitos, el abandono de actividades en grupo y la excesiva obsesión por recibir una nota de voz, un whatsapp o un mensaje del amado.

Lo peor de todo es que empieza a ser frecuente este tipo de conductas que no se denuncian normalmente por vergüenza, miedo, dependencia emocional del maltratador y lo que es peor, porque no se contempla que sus actos sean reflejo de maltrato sino de amor.

Las adolescentes que se encuentran en este estado de confusión no logran identificar correctamente al maltratador y  los patrones que les lleva a ser primero dependientes y posteriormente víctimas los llegan a considerar frecuentes; me pega una bofetada, me da un empujón, me sigue con el móvil, me revisa las conversaciones, sabe qué hago por el GPS…etc. Aunque la juventud rechaza la violencia de género y la identifica solamente con mujeres mayores que aguantan situaciones familiares insostenibles, tienen un estado de aparente estabilidad y en muchas ocasiones no consideran el control y el acoso como maltrato.

Otro aspecto a resaltar es la violencia sexual en Internet. La creciente necesidad de aparecer en las redes sociales, de publicar un perfil en Instagram y de tener seguidores a toda costa para reflejar el triunfo, la aceptación y la consagración del adolescente entre el grupo, cuya identidad digital refleja también que las nuevas tecnologías si no se utilizan bien pueden ser víctimas de acoso y de explotación si no se dan cuenta que están en las manos de un maltratador, ya sea conocido o no. Esta violencia sexual en Internet ha de denunciarse como se hace con cualquier otro acto que suponga acoso o maltrato.

¿Qué pueden hacer los padres al respecto?

Es muy importante que las menores puedan explicar en casa la situación por la que están pasando de forma que los padres les puedan explicar y hacer distinguir qué es amor y qué es dependencia. La educación es la mejor vacuna según los psicólogos que hará que en un futuro las víctimas sepan elegir y no se vean presas de conductas que normalizan por falta de información.  Esta nueva forma de maltrato a la mujer nos lleva a considerar que lo que está pasando comienza a ser normal entre las adolescentes que consideran inevitable o lo que es peor, aceptable, estas situaciones de control por parte de sus parejas y lo confunden necesariamente con amor.

Existe una campaña promovida por la delegación del gobierno para la violencia de género que se dirige a los colectivos vulnerables que sufren este tipo de acoso y control que les genera inseguridad, falta de autoestima y les lleva necesariamente a una nueva forma de maltrato que empieza así y posteriormente se identifica como válida para acabar de la otra forma ya conocida; violencia física e incluso muerte.

Informemos, aprendamos, distingamos; solamente así podremos prevenir los riesgos de no saber identificar al maltratador que no nos quiere. #HaySalida, ¡nunca se olviden!

 

Ana De Luis Otero
PhD, Doctora C.C. Información - Periodista - Editora Adjunta de Periodistas en Español - Directora Prensa Social- Máster en Dirección Comercial y Marketing - Exdirectora del diario Qué Dicen - Divulgadora Científica - Profesora Universitaria C.C. de la Información - Fotógrafo - Comprometida con la Discapacidad y la Dependencia. Secretaria General del Consejo Español para la Discapacidad y Dependencia CEDDD.org Presidenta y Fundadora de D.O.C.E. (Discapacitados Otros Ciegos de España) (Baja Visión y enfermedades congénitas que causan Ceguera Legal) asociaciondoce.com - Miembro Consejo Asesor de la Fundación Juan José López-Ibor -fundacionlopezibor.es/quienes-somos/consejo-asesor - Miembro del Comité Asesor de Ética Asistencial Eulen Servicios Sociosanitarios - sociosanitarios.eulen.com/quienes-somos/comite-etica-asistencial - Miembro de The International Media Conferences on Human Rights (United Nations, Switzerland) - Libros: Coautora del libro El Cerebro Religioso junto a la Profesora María Inés López-Ibor. Editorial El País Colección Neurociencia y Psicología https://colecciones.elpais.com/literatura/62-neurociencia-psicologia.html / Autora del Libro Fotografía Social.- Editorial Anaya / Consultora de Comunicación Médica. www.consultoriadecomunicacion.com Actualmente escribo La makila de avellano (poemario) y una novela titulada La Sopa Boba. Contacto Periodistas en Español: [email protected]

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