“…cuyo anfiteatro es hoy toda la tierra.”, así figura en el conocido poema ‘Ajedrez’, obra del que se consideraba un jugador mediocre, el escritor argentino Jorge Luis Borges. Y sí, precisamente, es toda la tierra donde se practica el juego y existen muchas ciudades y lugares vinculados al mismo, por tradiciones, por haber sido escenario de enfrentamientos míticos o por otras muchas causas. Cada uno tendrá en la mente sus ciudades y lugares, sin duda, hay muchos y todos tienen su historia.
No es extraño ver jugar en tableros al aire libre en muchas plazas de ciudades de los cinco continentes, desde Moscú hasta Nueva York pasando por Londres, Buenos Aires, Copenhague…. Hay muchas ciudades que promueven el juego y numerosas las que cuentan con un torneo sea mayor o menor.
Parques con tableros e incluso piezas para jugar al ajedrez hay en diferentes ciudades y aunque muchas se quedarán en el tintero citemos en Europa el parque Bethmann, uno de los hermosos de Frankfurt que tiene un tablero gigante de ajedrez, el Parc des Bastions en Ginebra o en Amsterdam, la animada plaza de Leidseplein, cerca del Museo del Ajedrez de dicha ciudad.
También se juega al ajedrez en Holland Park, en Londres, así como en Edimburgo, y en los jardines de Luxemburgo de Paris, la plaza Wilson de Toulouse o la plaza Liberación de Sarajevo además de los baños Szechenyi en la capital húngara, Budapest.
En Argentina, en la provincia de Santa Fe, hay tableros de ajedrez en diversas plazas además de la capital, en otras localidades como Avellaneda, Las Parejas, Las Toscas, Malabrigo, Villa Ocampo y Vera. Otra provincia argentina, Córdoba, tiene en pleno centro de su capital el Paseo del Ajedrez en la Plazoleta del Fundador, que cuenta con mesas de ajedrez y sillas de cemento, un ajedrez gigante y tres esculturas de piezas. En el pequeño pueblo de La Cumbrecita, en Córdoba, una curiosa plaza cuenta con un tablero de ajedrez construido en el suelo y unos bancos de piedra desde donde jugar. Todas las piezas que componen este gran ajedrez fueron elaboradas en hierro y hojalata.
Citar la plaza Miraflores de Lima o la conocida Washington Square de Nueva York.
Un recorrido por localidades vinculadas al juego en Europa debiera empezar en el pequeño pueblo alemán –perteneciente al municipio de Halberstadt- de Schachdorf Ströbeck, llamado el pueblo del ajedrez, cuyo escudo precisamente es un tablero de ajedrez. Apenas cuenta con algo más de mil habitantes y se encuentra en uno de los estados que pertenecían a la República Democrática Alemana antes de la unificación.
Su relación con el juego se inicia cuando el obispo Arnulf de Halberstadt, quien ejerció su mandato de 996 al 1023, había encarcelado al noble Gunzelin de Kuckenburg (965-1017) quien durante sus ocho años de cautiverio enseñó a sus guardianes el juego y de ahi pasó a los agricultores y resto del pueblo. La primera cita escrita del hecho es de 1515. La tradición siguió con un escrito del duque Augusto II de Brunswick-Lüneburg (1579-1666) alias Gustavo Selenus, nombre con el que escribió su libro ‘Ajedrez o juego del Rey’ en 1616, donde menciona a Ströbeck. Ya en el siglo XX, en concreto en 1913, el libro ‘Una historia de Ajedrez’ de Harold Murray (1868-1955) -que fue el primero en citar el origen de India en el juego- menciona también la ciudad alemana.
Su escuela pública, llamada Emanuel Lasker (1868-1941) en recuerdo del único campeón del mundo alemán, es la única que enseña ajedrez de forma oficial en todo el país donde se celebra un torneo anual y hay un Museo del Ajedrez desde 1991, el único en Alemania. La escuela fue cerrada en 2004 por no cumplir los mínimos legales de alumnos requeridos.
En cuanto a templos religiosos, la catedral alemana de San Pablo y San Pedro en Naumburgo del siglo XIII contempla recreaciones de ajedrez en su fachada y columnas. Actualmente es un templo protestante. También citar la catedral de Roskilde, en Dinamarca, hoy patrimonio de la humanidad y cuya iglesia antecesora -la Trinidad- fue el escenario donde el rey Canuto el Grande (990-1035) mandó matar a uno de sus cuñados, Ulf Thorgilsson (993-1026) tras tener un altercado por una partida de ajedrez, entre otras muchas razones.
Otra conocida iglesia protestante es Taby, en Estocolmo, donde se encuentra la pintura ‘La muerte jugando al ajedrez’ de Albert Malare también llamado Albertus Pictor o Alberto el Pintor (1440-1507) realizada sobre 1480 y en la que se inspiró Ingmar Bergman para su conocida película ‘El séptimo sello’. De hecho, el autor de la pintura aparece en la película conversando con el criado del caballero Antonius Block. La última escena del filme evoca a la iglesia románica de Hrastovije en Eslovenia y su pintura ‘La danza de la muerte’ de Johannes de Castuo, realizada en 1490.
Otra relación viene con las partidas vivientes, de las que no se sabe su origen exacto. Fue en los siglos XV y XVI cuando diversos reyes y príncipes europeos de la época frecuentaban esa representación. Juan de Austria (1547-1578), por ejemplo, para celebrar la victoria de Lepanto (1571) se hizo instalar en su palacio una sala pavimentada con losas blancas y negras en las que celebraba frecuentes exhibiciones de este tipo. Siglos después, el duque de Weimar (1757-1828) reservó en una de sus mansiones, un espacio para escenificar el ajedrez viviente.
La ciudad italiana de Marostica, en el Véneto, viene representando desde el 12 de septiembre de 1454, de manera anual y posteriormente bianual, una partida de ajedrez viviente. Cada septiembre de los años impares se juega en su plaza principal una partida de ajedrez viviente, con las personas vestidas con trajes de época. La partida tiene lugar durante todo el fin de semana: viernes, sábado y domingo.
La historia de esta escenificación se remonta a cuando pertenecía a la república de Venecia: dos nobles, Rinaldo D´Angarano y Vieri da Vallonara, se enamoraron de la hermosa Leonor, hija de Taddeo Parisio, el señor del castillo de Maróstica. Como era práctica en aquellos tiempos, los dos pretendientes se desafiaron en un duelo para conquistar la mano de Leonor. Parisio, quien no deseaba hacerse enemigo de nadie ni perder a ninguno de los dos jóvenes, prohibió el duelo tal como dictaba la ley de Venecia. Así pues decidió que los dos rivales jugarían una partida de ajedrez y Leonor se casaría con quien se alzara con la victoria.
En la ciudad de Tendo, en Japón, cada primavera hacen una partida de shogi –juego llamado el ajedrez japonés- viviente. En 1989, Marostica y Tendo se declararon ciudades hermanas debido al vínculo ajedrecístico.
En junio de 2010 la localidad italiana de Cutro, región de Calabria, se hermanó con la extremeña de Zafra. El ajedrez viviente fue también uno de los motivos para que ambas ciudades sellaron su hermanamiento.
Fue Cutro quien lo propició. Se da la circunstancia que el ajedrecista Leonardo da Cutri (1542-1587), procedente de esta localidad, compitió en un torneo de ajedrez con el zafrense Rodrigo, Ruy, López de Segura (1540-1580). Todavía se conserva su casa natal en Zafra y una placa lo recuerda.
Los estudios sobre la apertura española (que también lleva su nombre) fueron fundamentales para el progreso del juego. Su tratado «Libro de la invención liberal y arte del juego del ajedrez» publicado en 1561, en Alcalá de Henares, fue uno de los primeros libros de ajedrez editados en Europa.
Otras ciudades españolas que han celebrado ajedreces vivientes son Montblanc (Tarragona), La Pobla de Lillet (Barcelona), Lorca (Murcia) y Jávea (Valencia). Linares también es conocida por su torneo ajedrecístico creado en 1978, que llevó a los mejores jugadores internacionales y era una referencia aunque desde 2010 ha decaído.
Más ciudades: Carlsbad, preciosa ciudad checa que albergó durante varios años uno de los torneos más fuertes de principios del siglo XX. Beer Sheva potencia dominante del ajedrez israelí, cuenta con el mayor número de grandes maestros de ajedrez del mundo, uno por cada 20.000 habitantes. Hay más de mil grandes maestros. Por ejemplo, en Moscú hay un gran maestro por cada 170.000 personas. La causa: la presencia de un gran maestro ruso que emigró a Israel en los años 70 y creó el club local en 1973. Beer Sheva ha ganado 17 campeonatos nacionales locales desde 1974. Al hacerlo también ha ayudado a impulsar al ajedrez del país al sexto lugar mundial, con cuatro jugadores entre los mejores 100, según la FIDE.
Como ciudad del ajedrez propiamente denominada se encuentran dos: una está desde 1998 en Kalmukia, una de las 21 repúblicas de Rusia. Desde 1993 a 2010 el presidente de la república fue un personaje oscuro llamado Kirsán Iliumzhínov. Su promoción del ajedrez – donde es obligatorio en todas las escuelas primarias- motivó que la ciudad de Elistá, la capital de Kalmukia, sea la sede de torneos internacionales como la XXXIII Olimpiada de ajedrez en 1998, el Campeonato Mundial de Ajedrez femenino en 2004 y el Campeonato Mundial de ajedrez en 2006.
Iliumzhinov fue denunciado por la periodista Larisa Yudina (1945-1998) por corrupción y malversación de fondos relacionados con el ajedrez, lo que le costó la vida y fue asesinada en Elistá. De los tres condenados por el asesinato, dos eran ayudantes de Iliumzhínov pero no se encontraron pruebas que lo implicaran como mentor del crimen.
Iliumzhínov, quien también es también presidente de la federación mundial de ajedrez (FIDE) desde 1995, es así digno sucesor de otro siniestro personaje, el filipino Florencio Campomanes (1927-2010) quien dividió al ajedrez, suspendió el campeonato del mundo de 1984 y provocó la escisión en 1993 del campeonato mundial, además de ser un fiel aliado del dictador Ferdinand Marcos (1917-1989).
Por su parte, el ruso ha llegado a decir que fue abducido por extraterrestres, jugó con Gadafi poco antes de su derrocamiento y muerte, así como con el presidente sirio, Bachar Al Asad. En noviembre de 2015 el Departamento de Tesoro estadounidense, lo incluyó en una lista de sancionados por hacer negocios con el Banco Central de Siria y el Gobierno sirio.
En Bogotá es donde existe otra Ciudad del Ajedrez, ubicada en la avenida Carrera 70 C número 60B – 05 Sur, inaugurada en 2013 es un espacio donde hay una plaza del peón. Es un referente arquitectónico y cultural gracias a las creaciones hechas por los jóvenes, entre las que destacan las fichas de un peón y un rey en tamaño gigante, un tablero de ajedrez a escala humana, representaciones de los rostros de los mejores ajedrecistas de la historia, entre otros.
En Dubai, estaba prevista la Chess City, Ciudad del Ajedrez, una especie de conjunto urbano de 64.000 metros cuadrados, con cabida para 62.000 habitantes que reproduciría un tablero de ajedrez con 32 rascacielos al igual que las piezas del ajedrez y una gran torre de 64 pisos al igual que los escaques del tablero. Con motivo de la crisis económica el proyecto, presentado en 2004, fue suspendido. Iliumzhínov había previsto trasladar allí la sede de la FIDE desde Lausana.