España junto a Japón es el país en donde más intoxicaciones por anisakis se producen. Un nuevo repunte de casos de intoxicación alimentaria se ha dado en personas que habían ingerido pescado que estaba congelado, por ello, las autoridades sanitarias han aumentado de dos a cinco días el tiempo de congelación tras la compra de pescado fresco.
Según cita la OCU, uno de cada tres pescados está infectado por anisakis, el 50 % de pescados del Cantábrico y un 6 % del Mediterráneo si bien Euskadi es la zona más afectada de España. Las recomendaciones que ha publicado la organización de consumidores recuerdan que las salazones sí son seguras; no hace falta congelar todo el pescado que se va a consumir, tan solo ese que se va a ingerir crudo o en vinagre.
Si se va a freír, hornear o hacer a la plancha no hace falta congelarlo. Hay que recordar, añaden, que no todos los pescados están infectados si bien el bacalao, boquerones, merluza, abadejo, salmón, fletán, caballa, bonito, jurel y pescadilla son los más extendidos aunque no hay que olvidar a los cefalópodos, gambas, calamares y otros crutáceos.
Garantizar los 20 grados bajo cero sería suficiente para matar el anisakis pero las neveras y congeladores de dos estrellas no siempre llegan a esa temperatura.
Al parecer, según considera el Instituto de Investigaciones del CSIC estos casos pueden atribuirse a un fallo en la cadena de congelación.
Por su parte, la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (AECOSAN) ha publicado un folleto informativo para prevenir el anisakis que puede descargarse aquí: anisakis_18. AECOSAN. y recomiendan consultar su web en caso de dudas acerca de su consumo.