La Fundéu indica que tanto la albañil como la albañila son formas adecuadas para referirse a una mujer que desempeña profesionalmente trabajos de albañilería.
El sustantivo albañil es común en cuanto al género de acuerdo con el Diccionario de la lengua española (el/la albañil), pero también está bien formado y es correcto el femenino albañila —que se registra en esta obra en referencia únicamente a la abeja albañila—, por analogía con las denominaciones de otras profesiones y cargos cuya forma femenina se ha desdoblado (edil/edila o concejal/concejala). No es preciso resaltarlas con cursiva o entre comillas.
La expresión en aposición (la) mujer albañil es gramaticalmente válida, pero solo resulta adecuada cuando se desea especificar el sexo de la persona y no hay otros elementos que indiquen el género: «Más de 200 mujeres albañiles se capacitan en obra gruesa y obra fina».
Usos válidos
- Más de 200 albañilas se capacitan en obra gruesa y obra fina.
- Tres albañilas para levantar un pueblo ladrillo a ladrillo.
- La discriminación salarial, el acoso sexual y la escasa visibilidad han sido detonantes para que las albañilas, como las llaman, empiecen a organizarse mejor.
Me parece estúpido crear palabras que no introducen más que fragosidad cuando se impone la necesidad de duplicar luego el genérico para no «invisibilidad » a las nuevas profesionalas. ALBAÑIL NO ES MASCULINO y por tanto no necesita un femenino para incluir a nadie.