Impasividad , señala Fundéu en su Recomendación del día, significa ‘falta de pasividad’ y no debe confundirse con pasividad o impasibilidad.
En los medios de comunicación, sin embargo, se documenta con alguna frecuencia esta confusión: «El PP denuncia que los presupuestos de l’Eliana reflejan la impasividad del gobierno local» o «Brutal paliza en el metro de Roma ante la impasividad de los viajeros».
Se trata de un cruce entre pasividad (‘cualidad de pasivo’) e impasibilidad (‘cualidad de impasible’), palabras cercanas formal y semánticamente. El resultado es impasividad, término no recogido en los diccionarios de referencia que está constituido por el prefijo in-, que indica negación o privación, y pasividad, y cuyo significado (‘falta de pasividad’) sería opuesto al de las voces a las que equivocadamente sustituye.
En los ejemplos anteriores, por tanto, lo adecuado habría sido escribir «El PP denuncia que los presupuestos de l’Eliana reflejan la pasividad del gobierno local» y «Brutal paliza en el metro de Roma ante la impasibilidad de los viajeros».
En ocasiones se utiliza también de forma inapropiada el adjetivo derivado impasivo, que aparece en noticias como «El Zaragoza se gusta ante un Granada impasivo» (donde lo correcto habría sido «un Granada pasivo» o «un Granada impasible» según el matiz que se le quiera dar).