Pues miren por donde, ahora va a resultar que al bueno de Jonás lo mismo le gustaba el vino. A ver. Cuando Dios insiste en mandarle a Nínive a predicar contra los ninivitas, él cambia diametralmente de sentido de dirección y en vez de recorrer los 800 kilómetros que distaba de Jerusalén hacia el Este en la vecina Asiria la pecadora Nínive, Jonás va y compra un pasaje para embarcar rumbo a Tarsis, a más de cuatro mil kilómetros al Oeste en el otro extremo del Mediterráneo.
La duda está en la exacta localización de Tarsis en Hispania. Cuando creíamos que el reino de Tartessos comprendía las actuales provincias de Huelva, Sevilla y Cádiz en la Andalucía Occidental atlántica, ahora resulta que una gran bodega en la mediterránea provincia de Valencia nos recuerda el nombre de Tarsis con esa mejora aristocrática de la hache intercalada y reconversión de la vulgar i latina en señorial i griega, ye en la nueva Ortografía, que toma de Tharsys, fundador de Requena en 1531 a. C. y reconocido amante del vino.
Lástima que la dichosa ballena truncase las más que probables intenciones de exploración vinícola de Jonás por las afamadas tierras de Tarsis-Iberia. Mientras que de Asiria no hay más noticia «húmeda» que el indeterminado caudal del Éufrates y la ignota calidad del agua de sus áridas tierras, en el paraíso verde de la piel de toro, como es bien sabido, el vino ya era una bebida habitual entre los íberos. “Una bebida de placer y admiración”, cabe -y procede- añadir.
Tres mil trescientos años después, en 1808 se crea en Requena en el paraje de Fuencaliente una bodega de la que se conservan sus gruesos muros originales y los subterráneos. Habrán de pasar 173 años más hasta que en 1981 el enólogo Vicente García Martínez compre la casa-bodega. La cercanía de las doce hectáreas de viñedo que rodean la bodega a las cavas subterráneas hacen del Pago, al que el nuevo propietario da el nombre del histórico fundador de la ciudad, una propiedad idónea para ensayar nuevas técnicas de viticultura como la vendimia nocturna.
Habrán de pasar veintiún años hasta que en 2002 salgan del trullo [sic, así es como se llama el lagar con depósito inferior donde cae directamente el mosto cuando se pisa la uva], de las cavas utilizadas para la crianza y envejecimiento de los vinos los primeros Pago de Tharsys.
«Un sueño hecho realidad». Con este lema presenta actualmente Pago de Tharsys Viñedos y Bodega el catálogo de vinos, cavas y licores que ha creado Vicente García en tres décadas de mimar el viñedo, modernizar instalaciones y adecuar tecnologías, procesos y mercadotecnia a los más altos estándares de la creación de vinos y cavas de calidad, incluidos los de autor. El pago de más de 200 años de antigüedad se ha convertido en una de las bodegas de referencia entre los profesionales y expertos en los santuarios de la enología.
La primera sorpresa para el viajero del vino es ver, nada más aparcar el coche, un rosal en flor encabezando la primera hilera de cepas con espaldera a un paso de la casa-bodega. El rosal, habitual en los viñedos de Burdeos tras la ruina causada a finales del siglo XIX por la plaga de la filoxera, informa con el estado de su apariencia la salud del viñedo, toda vez que las plagas que pueden afectar a las uvas las sufren antes las rosas. Aunque no es el caso, bien podía proceder de esta ayuda “sacrificial” del rosal para alertar de la presencia de plagas la bendita expresión de “días de vino y rosas”.
Ruth Ortiz, responsable de comunicación de Pago de Tharsys, fue la guía de la visita a la Bodega. Un lujo. Me explicó con todo detalle los pasos de la producción de vinos, cavas y licores y respondió con tanta solicitud como conocimiento de causa a las preguntas del cronista viajero.
Tenía una gran curiosidad por conocer más detalles acerca de la presencia de dos variedades gallegas, Albariño y Godello, en la altiplanicie valenciana. La disposición de los sombreados de las cepas ayudan, sino a adaptar las condiciones ambientales a las de Galicia, sí a atenuar el calor extremo de la zona. La vendimia nocturna, a mano, ensayada por Vicente García con estas variedades, evita las altas temperaturas de principios de septiembre.
Cepa-suelo-clima-hombre. Sobre esta conjunción mágica construyó Vicente García, junto con su mujer, Ana Carlota Suria, una potente imagen de marca avalada por la realidad que hay detrás de otro lema de la Casa-Bodega: “Un sueño, una pasión, un estilo de vida”.
Al catálogo de vinos, cavas y licores de Vicente García, “el padre del cava valenciano”, dedicaremos el próximo artículo de esta serie, si el tiempo, la agenda viajera, la benevolencia del director y la paciencia del lector o lectora lo permiten. Desde el vientre de la ballena, no, pero desde la barra de alguna secreta bodega celestial, quizá el bueno de Jonás brinde con nosotros ¡”Salud, va por Tarsis!”
(Continuará).
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38. Naranjas Azules Garnacha 2013
37. Marqués de Riscal Rueda Verdejo 2013
36. Mauro Cosecha 2011
35. Juve & Camps Xarel.lo Essential
34. Elogio del terruño
33. Vinos alemanes (en tres actos)
32. Francis Coppola
31. La Tremenda
30. El Paraguas Atlántico
29. Tinto Pesquera
28. Cune
27. Montecastro
26. Tiempo de vendimia
25. Mara Martín
24. Casta Diva Cosecha Miel
23. Castillo de Liria
22. Dinastía Vivanco (y 2)
21. Dinastía Vivanco (1)
20. Señorío de Rubiós (tinto)
19. Señorío de Rubiós (blanco)
18. Valduero
17. Arnalte
16. Viña Meín
15. Vino de mesa Consum
14. Pago de Tharsys (y 2)
13. Pago de Tharsys (1)
12. House of Mandela
11. Pétrus 1990
10. Marqués de Griñón Syrah 2000
9. Trapiche Gran Medalla Malbec 2008
8. Vinos de la Alsacia (y 2)
7. Vinos de la Alsacia (1)
6.. Vinos de Madrid
5. Bodegas Xaló
4. Raúl Pérez (‘El pecado’)
3. Luis Cañas
2. Vega Sicilia
1. Oremus
Ruido de buen vino