Una botella de Vega Sicilia es el mejor detalle de aquellas personas que realmente te quieren
Entre las secretas rivalidades de las Dos Castillas, que las hay, una bien latente, de la que nunca se habla, pero que hace al caso mentar aquí para esta vuelta al mundo en selectos vinos, es la que existe entre Peñafiel y Tomelloso.
En Peñafiel, Castilla la Vieja en estado puro, tierra de pinares en las lindes de Valladolid con Burgos por el Río Duero, funda en 1864 Eloy, hijo de Toribio Lecanda, la bodega Vega Sicilia -secreta advocación “laica” a la capilla de Santa Cecilia, de la que toma el nombre- tras haber comprado en Burdeos 18.000 sarmientos de cabernet sauvignon, malbec, merlot y pinot noir para la elaboración de brandy y ratafías.
Ignoraba que a una semana de caballo de distancia rumbo a mediodía, en un poblachón de Castilla la Nueva se había comenzado 44 años antes a destilar vinos de la región para la obtención de aguardiente. Paradojas de la vida, no sería el brandi de Vega Sicilia en Peñafiel sino el coñá de la bodega de Juan Antonio Peinado en Tomelloso, provincia de Toledo, en plena Mancha, a solo 364 kilómetros, el que acabaría haciéndose acreedor de la denominación “Coñac Español” durante una gran parte del siglo XX.
Hoy, el Peinado 100 Años es sin la menor duda el mejor detalle que aquellas personas que realmente te quieren tienen a mano para demostrarte su afecto.
Bueno, uno de los dos mejores. El otro es bien fácil de acertar: una botella de Vega Sicilia.
(La recomendación, en ambos casos, es la misma, con independencia de que el detalle venga ora por cariño sin más, ora porque te han pedido un texto, una foto, una conferencia, una participación en un jurado, etc. Lo importante es recibir el detalle en el primer caso con un beso o un abrazo -o ambas cosas-, y en el segundo como elegante soporte del preceptivo sobre con el correspondiente cheque por tus honorarios).
Pero estamos con los vinos. Para describir al Vega Sicilia, ya digo, los calificativos se quedan cortos: “vino de referencia”, “un vino que siempre está en plenitud”, “destello especial”, “taninos agradablemente amargos”, “largo de sabor”, “con raza”…
P. ¿Qué pintor imitó tu color?
R. Goya.
P. ¿Tu olor figura en el diccionario?
R. No, es inexplicable.
P. Tu sabor, ¿a qué sabe?
R. A vida.
P. ¿Qué sueñas en la oscuridad de la bodega?
R. No sueño, medito.
P. ¿Cuál es tu mayor sufrimiento?
R. Que no me disfruten.
(De la entrevista memorable de Feliciano Fidalgo a Pablo Álvarez, director de Vega Sicilia, en “Luz de gas”, El País, 28-III-1993).
Palabras mayores, el Vega Sicilia, desde el asequible Valbuena hasta el prohibitivo Único Reserva Especial. Las siglas VS describen también al ‘Vino Señor’.
Pero en la bodega piensan en nosotros, amantes del buen vino aunque lamentablemente faltos de esos cariños especiales que se comparten descorchando y celebrando con brindis históricos por la bendita gloria de nuestras madres.
Así, Vega Sicilia ha tenido el detalle de prohijar no solo el excelso y celestial Oremus que glosamos en el anterior artículo, sino los muy honestos vinos Alión de Ribera del Duero y Pintia de Toro. La gran noticia estos días es la comercialización del Vega Sicilia más económico, que es el rioja Macán.
Lo que a uno le pide el cuerpo a miércoles 3 noche en que remato este artículo y el Real Madrid tiene todas las papeletas para pasar a semifinales de la Champions -¿contra el Barça?- y de ahí a la final -¿contra el Málaga?-, es poder celebrarlo con una botella de Vega Sicilia.
A mis lectores pudientes y atentos con sus deudos: no os preocupéis si no habéis pujado el pasado miércoles en Sotheby’s Hong Kong por alguna de las 100 botellas de Vega Sicilia Único de 1987 a 1996 o las siete Valbuena de 1995 a 2002 que subastaba Ferran Adrià para financiar el paso de elBulli de restorán a Fundación. Hasta el próximo martes 9 de abril tenéis tiempo para pujar en internet en una subasta alternativa: seis botellas de Vega Sicilia Único de las añadas 1957, 1958, 1960 y 1964. La puja de partida es de 6.000 euros. ¿Será por dinero?
Será. (Ellos se lo pierden).
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