La vuelta al mundo en 80 vinos /26. Tiempo de vendimia

“El que pisare sea hombre y no mujer; mancebo de buena figura y fuerza, que estruje bien la uva, limpio, traiga muy bien lavadas las piernas: y salga las menos veces que pudiere del jaraíz [estanque o balsa] y traiga ropa limpia. […] Tenga alguna vara o soga, atravesada arriba, en que se tenga, que no caiga y sepa el vino a bragas sucias. Los que descobajaren sean así mismo personas limpias, que la limpieza es una de las más principales que se requiere en el vino. Estos quiten bien los escobajos.”

-Gabriel Alonso de Herrera, Agricultura general, 1513

De San Miguel a ‘San’ Lutero

“Las vendimias comienzan siempre por San Miguel” [29 de septiembre], mandan los tratados más antiguos, “y se acaban en fin de octubre”. Si la Contrarreforma no hubiera calcinado en las hogueras de la Inquisición los pujantes brotes de la Reforma Protestante en España, hoy podríamos ponerle también nombre de festividad religiosa a la otra fecha del tiempo de vendimia: termina el 31 de Octubre, Día de la Reforma, en que se conmemora la clavada en 1517 de las 95 Tesis de Martin Lutero en la puerta de la iglesia del Castillo de Wittenberg.

[Un detalle que haría creíble la libertad religiosa y de conciencia en España en pie de igualdad de creencias y opciones éticas y de conciencia sería la inclusión de una fiesta nacional de las religiones de “segunda división”: protestante, musulmana y judía. La protestante, ya lo saben: es la que marca el fin del tiempo de vendimia dentro de 10 días. Pero estamos con el vino].

En las 95 Tesis de Lutero no hay referencia alguna al vino -la cosa iba de objeción religioso-fiscal contra la venta de indulgencias-, pero sí en su obra en cuanto al trasfondo teológico de le Eucaristía, que la Iglesia luterana llama Santa Cena o Santa Comunión.

En este punto el Reformador se hizo un pequeño lío que un servidor sigue sin acertar a saber si solo litúrgico o acaso también metafísico, semántico, quizá incluso semasiológico, para que el dilema le llevase a acabar estableciendo la tercera vía de la consubstanciación.

Solución no tan laberíntica como la insondable romana doctrina de la transubstanciación, pues en la consubstanciación el vino ya no se convierte en “sangre” de Cristo, sino que Cristo “está físicamente presente ‘en, con, y bajo el pan y el vino’”. Pero en cualquier caso todavía lejanísima del “pan, pan y el vino, vino” de Jesús de Nazaret.

Más y mejor vino en esta vendimia

Ahí estamos. El primer milagro de Jesús, la conversión del agua en vino en las bodas de Caná, bien podría servir de leit motiv cívico-espiritual para la cosecha de este año de los viñedos españoles. Porque de titulares de prensa del estilo de “Más y mejor vino en esta vendimia” que informaban de las vendimias más tempraneras, los que estamos viendo estos días recuerdan justo el tercer elemento que falta en el relato del milagro de los panes y los peces: vino a rodar.

“Las cooperativas de media España se trasvasan el exceso de vino que atraganta las bodegas manchegas”, reza el titular de una noticia fechada días atrás en Valencia que publica Economía Cooperativa. De todas las regiones vitivinícolas llega la misma noticia: la de este año es una señora cosecha.

Cierto que el tiempo de vendimia se acaba en España, y en Europa, por llamémosle ‘San Martín Lutero’ dentro de diez días, pero comienza antes de San Miguel. De hecho, en Francia la vendimia empieza tradicionalmente a mediados de agosto, lo mismo que este año ha ocurrido en el Salnés -Rías Baixas, Martín Códax-. En Requena, Pago De Tharsys hizo su famosa vendimia nocturna el viernes 20 de septiembre. De hecho, tiempo de vendimia es todo el año, si tomamos en cuenta los dos hemisferios en los que existe viticultura.

Todo el año es tiempo de vendimia

En Australia comienza el 1 de enero en Nueva Gales del Sur y puede extenderse hasta finales de mayo en las regiones vitivinícolas menos tempraneras para la vendimia. El hecho de que la temporada de la vendimia en Australia se prolongue prácticamente durante la primera mitad del año permite a los enólogos australianos, tras recorrer las diferentes regiones vitivinícolas propias del país -el quinto continente-, hacer lo propio con las demás regiones vitivinícolas del mundo, experimentar lo mejor de cada una de ellas para luego aplicarlo o mejorarlo en su propio territorio. De ahí que los enólogos australianos sean conocidos con el sobrenombre de flying winemakers, “enólogos aéreos”.

En Sudáfrica arranca en enero el tiempo de vendimia en el hemisferio sur, enero-febrero.

En Argentina, la Fiesta Nacional de la Vendimia comienza el último domingo de febrero con la Bendición de frutos y termina el último viernes de marzo con el Carrusel y Acto central.

En Chile, las fiestas de la vendimia van del 1 de marzo en Limarí (Ovalle) al 7 de abril.

En Perú, el Festival de la Vendimia de Santiago de Surco, Lima, se celebró del 23 al 26 de mayo. A destacar la vendimia en la ciudad de Ica, departamento en que todos los años se celebra el 8 de marzo el Festival Internacional de la Vendimia que une el vino, el arte y la cultura con espectáculos, presentación de invitados internacionales viticultura, desfiles y coronación de la reina.

En Venezuela, después de la vendimia en febrero y marzo Bodegas Pomar realiza una segunda vendimia en julio y agosto. La fiesta de la vendimia se celebró los dos últimos fines de semana se agosto y el primero de septiembre.En Nueva Zelanda el tiempo de vendimia se extiende hasta el mes de junio.

En Chipre se vendimia en julio.

En California la vendimia empieza a finales de julio y se prolonga durante el mes de agosto.

Después de los meses de vendimia en el hemisferio norte –agosto-octubre– todavía hay una nueva vendimia: la de las uvas para el vino de hielo, que en Alemania, Estados Unidos y Canadá, puede retrasarse hasta el mes de enero.

Mejor a mano que mecánica

La cuestión de la utilización de maquinaria para vendimiar frente a la vendimia manual tradicional sigue siendo fuente de controversia en la industria del vino. La vendimia a mano es un detalle absolutamente estratégico en la liturgia del vino; un vino de culto de uvas cosechadas con máquinas es de todo punto impensable.

Pero la tecnología al servicio de la productividad y las economías de escala es un hecho tan innegable como necesario. La cosecha mecánica de uva ha sido uno de los grandes cambios en muchos viñedos en el último tercio de siglo. Presentado por primera vez en el mercado en la década de 1960, se ha adoptado en diferentes regiones vitivinícolas, por diversas razones económicas, laborales y de elaboración del vino. En Australia, por ejemplo, la escasez de mano de obra en el sector del vino ha hecho la utilización del trabajo mecanizado una necesidad.

A destacar el hecho de que en 2011, National Geographic nombró a la «Fiesta de la Vendimia» como la segunda fiesta de la cosecha más importante del mundo, detrás del Día de Acción de Gracias (en inglés Thanksgiving, ‘San Guivin’ en spanglish) celebrado en Estados Unidos.

Los Grape Harvest Festivals se abren paso en todo el mundo. Las fiestas de la vendimia surgieron como expresión popular de alegría por el final de la cosecha. Algún día a no tardar National Geographic habrá de reconocer la Fiesta de la Vendimia como la más importante del mundo.Y es que las celebraciones por la recolección del fruto de la vid se remontan a los tiempos ancestrales en que el vino era el puente entre dioses y hombres. Ya lo dejó dicho Martín Lutero: «La cerveza está hecha por hombres; el vino,por Dios». Casi nada.

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