La vuelta al mundo en 80 vinos /41
“El que pisare sea hombre y no mujer; mancebo de buena figura y fuerza, que estruje bien la uva, limpio, traiga muy bien lavadas las piernas: y salga las menos veces que pudiere del jaraíz [estanque o balsa] y traiga ropa limpia. […] Tenga alguna vara o soga, atravesada arriba, en que se tenga, que no caiga y sepa el vino a bragas sucias. Los que descobajaren sean así mismo personas limpias, que la limpieza es una de las más principales que se requiere en el vino. Estos quiten bien los escobajos.”
-Gabriel Alonso de Herrera, Agricultura general, 1513
“Las vendimias comienzan siempre por San Miguel” –29 de septiembre–, mandan los tratados más antiguos, “y se acaban en fin de octubre”. Si la Contrarreforma no hubiera calcinado en las hogueras de la Inquisición los pujantes brotes de la Reforma Protestante en España, hoy podríamos ponerle también nombre de festividad religiosa a la otra fecha del tiempo de vendimia: termina el 31 de Octubre, Día de la Reforma, en que se conmemora la clavada en 1517 de las 95 Tesis de Martin Lutero en la puerta de la iglesia del Castillo de Wittenberg.
O sea, bien puede decirse entonces que la vendimia va de San Miguel a “San” Lutero. Ecumenismo en estado puro.
Las fiestas de la vendimia hunden sus raíces en la antigüedad. En inscripciones egipcias se representa la vendimia y la pisa en lagares ya en el II milenio a.C. Los faraones de aquel tiempo tenían coperos oficiales. En la Biblia se menciona varias veces a los coperos.
En la actualidad, las fiestas de la vendimia se suceden en todo el mundo a lo largo de todo el año. En el hemisferio sur comienzan justo el 1 de enero en Nueva Gales del Sur, Australia, continente en el que la vendimia se prolonga prácticamente durante toda la primera mitad del año. En las Américas hay vendimia todo el año, desde enero en Argentina y Chile hasta diciembre la vendimia del vino de hielo en Canadá y Estados Unidos. En Europa comienzan en julio en Chipre y rematan en enero del año siguiente con la vendimia del vino de hielo en Alemania.
Las celebraciones de la vendimia se remontan a los tiempos en que el vino era el puente entre dioses y hombres o lo que viene a ser lo mismo, la relación entre el ser humano y las fuerzas de la naturaleza. Desde que la viña despierta con la primavera de su letargo invernal hasta que los racimos son cosechados –para uva de mesa– o vendimiados –para vino– todo puede ocurrir en los viñedos: épocas de mucho o poco sol, tormentas, heladas, pedrisco, plagas… El buen viticultor no conoce un día de descanso, por eso cuando una cosecha llega a buen fin la fiesta de la vendimia, a mano o mecanizada, de día o nocturna, se convierte en el acontecimiento más importante del año en los respectivos terruños a lo largo y ancho de todo el mundo.
A la connotación religiosa de la ceremonia de las fiestas de la vendimia se le viene a unir con fuerza el fenómeno del turismo como una forma de fomentar sus propias economías y de promocionar el vino que elaboran las distintas regiones vitivinícolas del mundo. Al pisado de las uvas, la consagración de los frutos y la investidura de las reinas bodegueras –grandioso espectáculo en las Américas hispanas– se añaden ahora visitas a los viñedos en plena cosecha, certámenes gastronómicos, catas, concursos de vinos, conciertos musicales, exposiciones artísticas y todo aquello que nos vincule culturalmente al vino y la viña.
Es tiempo de vendimia. Es tiempo de enoturismo. Por si se les ocurre ponerse a vendimiar y no quieren parecer muy indocumentados, recuerden estas cuatro cosillas:
-Las condiciones climáticas influyen: cuanto más aumenta la latitud, más tarde madura la uva.
-Al aumentar la altitud, ocurre lo contrario: la uva madura primero.
-Las uvas expuestas al mediodía –sur– en el hemisferio norte o expuestas al norte en el hemisferio sur maduran antes. Elemental. El sol es vida.
-El tipo de uva también influye. Los viñedos de uva blanca maduran generalmente antes que los de uva negra.
-El tipo de vino que se desee obtener está determinado por la presencia de estos dos componentes principales:
- Azúcares. A mayor cantidad de azúcar aumentará el grado alcohólico de vino elaborado. Perseguir una justa cantidad de azúcar es indispensable para iniciar la fermentación alcohólica.
- Ácidos. Las sustancias ácidas son necesarias tanto para evitar la proliferación de bacterias causantes de enfermedades como para la buena conservación sucesiva del vino.
-Los componentes aromáticos –frutal, floral, herbáceo, vegetal, especiado…– varían durante la maduración de la uva y contribuyen a determinar las características orgánicas del vino resultante.
Señoras y señores, españoles todos, séanme felices, pásenlo bien.
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Manuel López. La vuelta al mundo en 80 vinos
40. Bahía de Dénia Brut Nature
39. Acústic Rosat
38. Naranjas Azules Garnacha 2013
37. Marqués de Riscal Rueda Verdejo 2013
36. Mauro Cosecha 2011
35. Juve & Camps Xarel.lo Essential
34. Elogio del terruño
33. Vinos alemanes (en tres actos)
32. Francis Coppola
31. La Tremenda
30. El Paraguas Atlántico
29. Tinto Pesquera
28. Cune
27. Montecastro
26. Tiempo de vendimia
25. Mara Martín
24. Casta Diva Cosecha Miel
23. Castillo de Liria
22. Dinastía Vivanco (y 2)
21. Dinastía Vivanco (1)
20. Señorío de Rubiós (tinto)
19. Señorío de Rubiós (blanco)
18. Valduero
17. Arnalte
16. Viña Meín
15. Vino de mesa Consum
14. Pago de Tharsys (y 2)
13. Pago de Tharsys (1)
12. House of Mandela
11. Pétrus 1990
10. Marqués de Griñón Syrah 2000
9. Trapiche Gran Medalla Malbec 2008
8. Vinos de la Alsacia (y 2)
7. Vinos de la Alsacia (1)
6. Vinos de Madrid
5. Bodegas Xaló
4. Raúl Pérez (‘El pecado’)
3. Luis Cañas
2. Vega Sicilia
1. Oremus
Ruido de buen vino
